Después de esto:
Un converso Donald Trump ahora se postula al Papado
(sátira de The Remnant, publicada en 2016, oportunísima para hoy. )
En una noticia impactante que fue primicia la semana pasada, el hombre de negocios Donald Trump se convirtió al catolicismo y acaba de declarar su candidatura al Papado. El anuncio de hoy coincide con las controvertidas declaraciones del papa Francisco diciendo que el Sr. Trump no es cristiano. El Sr. Trump acaba de terminar un evento en las afueras de la ciudad de Nueva York. Si bien el video aún no está disponible, A-CNN consiguió la transcripción del audio que proporcionamos a continuación:
Gracias….gracias. Saben, ni bien comencé esta campaña, la gente no me creía. Primero dijeron, no se convierte, él nunca se convertirá. Después me convertí. Entonces dijeron, él nunca se bautizará, no querrá que el agua arruine su cabello. Pero después me bauticé. Después dijeron que no me confirmaría, y me confirmé. Y después dijeron él nunca se postulará al papado. Bueno aquí estoy, y me postulo para Papa; y lo voy a hacer muy bien debo decirles.
(Ovación, aplausos)
No tengo que hacer esto, si lo piensan realmente. No tengo que. Soy rico. Soy muy, muy rico. Armé una enorme compañía; una compañía gigante. Empleo a miles y miles de personas. Así que mis amigos, ellos me preguntan, dicen Donald, tienes todo lo que se pueda desear. Eres rico, tienes una mujer increíble, una familia increíble, eres muy exitoso, ¿por qué postularte al papado? Y yo digo, ¿saben qué? Tengo que postularme. Mi Iglesia me necesita. Los católicos me necesitan. Tengo que hacer que la Iglesia Católica vuelva a ser grande. Tengo que hacerlo…
(Ovación, aplausos)
“Saben, es triste decirlo, pero la Iglesia está en tan mal estado; un horrible estado con Francisco. La Iglesia Católica ya no gana más. No lo hacemos. ¿Cuándo fue la última vez que los católicos ganaron algo? ¿Lepanto? ¿Cuándo fue eso, el 1500? Ya no ganamos más nada. Pero, déjenme decirles, bajo un papado de Trump, vamos a volver a ganar. Vamos a ganar tanto. Vamos a ganar tanto que ustedes estarán cansados de ganar, ¿OK? Pero ahora, es terrible. Justo el otro día, veo al Papa alabando a Martín Lutero. ¡Martín Lutero! ¿Pueden creerlo?
(Abucheo)
Nuestro Papa está allí alabando a Martín Lutero; mientras millones de Hispanos en Latinoamérica se están convirtiendo al protestantismo. Es verdad. Estamos perdiendo millones y millones de personas con los protestantes y nuestro Papa no hace nada. No hace nada. Y yo no tengo nada en contra de los protestantes. Muchos de ellos son buenas personas. Yo empleo a miles de protestantes. Yo solía ser un protestante. Pero sus líderes son demasiado listos para nuestros líderes. Hoy tenemos personas de poder en la Iglesia que no tienen idea de lo que están haciendo. Son incompetentes. Todo lo que nuestros líderes hacen es “dialogar”. Ya no convertimos más, nosotros “dialogamos”. ¿Qué demonios es el diálogo? Discúlpenme, pero ¡¿no debiéramos estar convirtiendo a estas personas?! Si nosotros tenemos la Verdad, ¿por qué no los estamos convirtiendo? Pero nosotros no convertimos, nosotros “dialogamos”, y perdemos millones y millones de estas personas al protestantismo. Ellos dicen que si la cabeza de la Iglesia Católica piensa que está bien ser protestante, entonces ¿por qué convertirse? ¿Por qué necesitamos convertirnos? Que se convierta él. Que el Papa se convierta. Eso es lo que dicen. Se burlan de nosotros. No hay respeto ahí. Ningún respeto. Déjenme decirles, cuando sea Papa, nos van a volver a respetar.
(Ovación, aplausos)
Otra cosa que escucho mucho es sobre el 2º Vaticano. ¿Escucharon hablar del 2º Vaticano?
(La multitud grita “¡Vaticano II!”)
¿Vaticano II? ¿Es Vaticano II? Vaticano II, 2º Vaticano, a quién le importa. ¿Apesta, cierto? No importa cómo se llame, apesta.
(Ovación, aplausos)
El otro día miraba los números, amigos. Antes del Vaticano II – decenas de miles de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada en este país, miles de bautismos, de primeras comuniones, de confirmaciones. Miles y miles de conversos, universidades católicas por todos lados, y me refiero a universidades católicas verdaderas, no a las universidades que hoy se llaman a sí mismas católicas. Decenas de miles de colegios católicos con todo tipo de monjas. Había tantos sacerdotes que las parroquias estaban abarrotadas, ¿OK? No podías caminar por la calle sin toparte con un sacerdote, así era, de tantos que había. La fe explotaba, era impresionante, era increíble. Y después… Ahí tienen al Vaticano II.
(Abucheo)
Después ahí tienen al Vaticano II y cambian todo. ¡Cambian todo! Tienen la mejor Iglesia en siglos, una Iglesia floreciente, una Iglesia vibrante, una Iglesia convertida, y cambian todo. ¿Qué tan estúpido es eso? ¿Qué tan estúpido?
(Abucheo)
Ustedes saben, la gente trata de criticarme y dicen que hablo demasiado vulgar y simple. Miren, tengo una excelente educación, me gradué como el mejor de mi clase en la Escuela de Finanzas de Wharton, la mejor escuela del país. Tengo un vocabulario inmenso. Es inmenso. De verdad lo es. Pero cuando veo algo como esto, en verdad, no hay otra palabra para esto. Tengo que llamarlo estúpido. Porque lo es. No hay otra palabra para esto.
(Ovación, aplausos)
Entonces, están teniendo éxito. La Iglesia estaba teniendo éxito, y entonces cambian todo. Entonces dicen en el Vaticano II que los sacerdotes no son realmente sacerdotes. Quiero decir, todos somos sacerdotes, ¿cierto? ¿No es eso lo que dijo Martín Lutero? ¿Todos somos sacerdotes? ¿El viejo amigo del Papa, Martín Lutero?
(Abucheo)
Después intentan decir, oh pero hay una diferencia. Los sacerdotes con alzacuello, si es que todavía usan alzacuello. El otro día vi a un sacerdote; tenía un cuello de tortuga y un jersey tipo cárdigan. Parecía Mister Rogers[1].¿Quién diablos quiere un sacerdote que se parece a Mister Rogers? ¿Quién quiere eso? Yo no sé. Como sea… entonces, los sacerdotes con cuello de tortuga, pueden decir misa y pueden escuchar confesiones, pero para todo lo demás, todos somos sacerdotes. Hombres, mujeres, niños, incluso quizás los musulmanes. No me importa, ¿los musulmanes pueden ser sacerdotes bajo el Vaticano II? No tengo idea. No me sorprendería, amigos, no me sorprendería. Es de locos.
(Abucheo)
Así entonces, después dicen que todos somos sacerdotes y ¿qué pasa con el sacerdocio? Cae en picada. Los números terminan por el suelo. ¿Para qué ser sacerdote si todo el mundo puede ser sacerdote? No tiene sentido. Entonces, ¿si eres un sacerdote puedes hacer qué? Consagrar y absolver, ¿cierto? Consagrar y absolver. ¿Y entonces qué hacen? Ahora tienen Paraliturgias. Les llaman Paraliturgias o “servicios de comunión”, ¿escucharon hablar de eso?.
(Abucheo)
El sacerdote consagra un manojo de hostias y después un laico, normalmente una mujer en el altar vestida con calzas. Probablemente Hillary [Clinton]. No me sorprendería si fuera Hillary.
(Risas)
¿Han notado que hoy todas las monjas se visten como Hillary? ¿Cuándo sucedió eso? ¿Cuándo es que las monjas comenzaron a vestirse como Hillary? Da miedo. Da miedo en verdad. Como sea, tienen un laico ahí arriba y lee el Evangelio y dice algunas palabras, y hacen esto y aquello, y después entregan la comunión que el sacerdote previamente consagró. El sacerdote ni siquiera está ahí, sólo consagró las hostias. En otras palabras, es descartable. Y después dicen, ‘pero él puede escuchar confesiones’. Él puede escuchar confesiones, pero ¿quién va a confesarse? ¿Quién se confiesa hoy en día? Cuando el Papa dice “quién soy yo para juzgar” , ¿quién se va a confesar?
(Abucheo)
Ahora todo es sobre la misericordia. El año de la misericordia. Dios te ha perdonado. Así que nadie va a confesarse. Y tiene sentido, francamente. Si ya estoy perdonado, ¿por qué ir a confesión, cierto? Entonces el número de sacerdotes cae al suelo. No hay vocaciones. Teníamos decenas de miles de vocaciones antes del Vaticano II y ahora no hay vocaciones. Y después dicen, bueno no tenemos vocaciones, así que tenemos que permitir sacerdotes casados y mujeres sacerdotes, y quizá sacerdotes protestantes. ¿Escucharon hablar de sacerdotes protestantes? ¿Por qué no? Queremos ser inclusivos, ¿cierto? ¿No queremos ser inclusivos? Ridículo, es simplemente ridículo.
(Abucheo)
Por eso cuando sea Papa vamos a hacer que el sacerdocio sea grandioso de nuevo.
(Ovación, aplausos)
Vamos a hacer el sacerdocio tan exclusivo. Les digo. Tan exclusivo y especial, no tienen idea. Vamos a tener a los mejores sacerdotes, los más brillantes. Van a estar haciendo fila para entrar en los seminarios. Y los seminarios van a ser los mejores seminarios, déjenme decirles. No más profesores bobos. Los seminarios hoy son un desastre, una vergüenza. Bien podrían tener a Bernie Sanders[2] manejando nuestros seminarios, así de mal están. Están llenos de profesores bobos de los años 60’s. Sus cerebros están quemados por lo que sea que fumaron. Quién sabe lo que fumaban en aquel entonces, sólo Dios sabe lo que fumaban. Pero se largarán, se los prometo, se largarán.
(Ovación, aplausos)
Se irán y el sacerdocio volverá a ser grandioso otra vez. Voy a hacer el sacerdocio tan exclusivo. ¿Y saben cómo lo voy a hacer? construyendo un comulgatorio. Voy a construir un espectacular, hermoso y gran comulgatorio en el altar de cada Iglesia católica, así es cómo lo haré.
(Ovación, aplausos)
Un bello comulgatorio separando a los laicos, como ustedes y yo, de los sacerdotes. Obviamente, yo voy a estar del otro lado de la barandilla, porque voy a ser Papa, pero ustedes me entienden.
(Risas)
Tenemos que construir un barandal porque no podemos dejar que todos entren al sacerdocio y no podemos desmerecer el sacerdocio. Queremos los mejores y más brillantes sacerdotes y para eso tenemos que hacer que el sacerdocio sea grandioso de nuevo. El sacerdocio no está bien hoy. Nuestros sacerdotes no son respetados. Son un hazmerreír. Vi uno el otro día que, de verdad, estaba montado en algo durante la misa. Tuve que preguntarle a mi amigo, le dije: ¿sobre qué está montado? Dijo que sobre una patineta hoverboard. Bajo un papado de Trump, si ustedes se suben a una hoverboarddurante la misa, la pueden seguir montando hasta cruzar la puerta porque, va a ser la última vez que los deje entrar.
(Ovación, aplausos)
Así que construiré un barandal. Un hermoso comulgatorio separando de los laicos a los sacerdotes, los verdaderos sacerdotes, los sacerdotes con sotana y alzacuello y vestimentas. Porque no es lo mismo, amigos. No es lo mismo. Los sacerdotes son sacerdotes y los laicos son laicos. No más confusión. No más confusión. Los sacerdotes son los que ofrecen el Sacrificio a Dios en nombre nuestro; nosotros sólo asistimos a los sacerdotes cuando ofrecen el Sacrificio.
(Aplausos)
Así es. ¿Saben dónde leí eso? ¿Quieren saber dónde leí eso? Es un libro llamado Trento. Soy un gran creyente de Trento.
(Fuerte ovación, aplausos)
Soy un gran creyente de Trento. Trento es fantástico. ¿Saben?, yo escribí un best seller. No sé si escucharon hablar de él, se llama El Arte del Negocio, ¿oyeron hablar de él?
(Ovación, aplausos)
Escucharon de él, muy bien. Yo escribí El Arte del Negocio y fue uno de los libros de negocios más vendidos de todos los tiempos. Yo solía decir, El libro,de negocios más vendido de todos los tiempos, pero ahora digo UNO de los libros de negocios más vendidos de todos los tiempos, porque si me equivoco por uno o dos libros los medios de comunicación empiezan a romperme las costillas. Entonces quién sabe, pero fue uno de los libros de negocios más vendidos de todos los tiempos. Tengo unos ejemplares allá atrás, dicho sea de paso, por si quieren una copia. De todas maneras, El Arte del Negocio es mi segundo libro favorito de todos los tiempos, pero ¿Trento? Trento es mi libro favorito. Trento es el número uno. Soy un gran creyente de Trento, ¿OK?
(Ovación, aplausos)
Bueno entonces, como converso, voy a mi primera misa el domingo pasado. Y me siento ahí. Y es en Nueva York por cierto, que es la Diócesis del Cardenal Dolan.
(Abucheo)
Por cierto, estoy acabando con él en las encuestas. ¿Vieron los últimos números de las encuestas? La última encuesta de Nueva York da: Trump 35%, Card. Dolan 5%. De verdad…de verdad.
(Ovación, aplausos)
Estoy acabando por completo al Cardenal en las encuestas. Pero a él no le gusta que lo llamen Cardenal Dolan, ¿cierto? Él se postula como “¡Tim!” Primero se postuló como “Tim” solamente, pero después cambió el slogan de su campaña y agregó la exclamación así que ahora es “¡Tim!” ¿Por qué no como Cardenal Dolan? Si eres un Cardenal, ¿por qué no estar orgulloso del hecho y postularte como Cardenal? Aunque, para ser honestos, con el tipo de historial que tiene como Cardenal quizá sea mejor llamarlo “¡Tim!” ¿Quién sabe? Podría estar en lo cierto en postularse sólo como “¡Tim!”.
(Risas)
Por cierto, “¡Tim!” es un gran promotor de la USCCB (Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos). Un gran promotor de la USCCB. Quiere que la USCCB les diga a ustedes y a sus hijos qué hacer en cada una de sus diócesis, ¿OK? Estoy totalmente en contra de la USCCB, y cuando sea Papa, la voy a desmantelar. Es terrible.
(Aplausos)
Los números siguen cayendo y la USCCB sigue recibiendo dinero y perdiendo el tiempo, pero esto se acabó amigos. Será el fin, se los aseguro. Bueno…. Estaba sentado ahí en mi primera misa en su diócesis, y no sabía qué esperar porque no había ido a misa antes, y todos nos levantamos y empezaron a cantar una canción, ¿ok? Y me pregunto ¿qué canción es esta? Es como….muy mala. Y una señora, parecida a Nancy Pelosi[3], está allí ante el ambón con su mano levantada dirigiendo la canción y es terrible. Debo decirles. Por cierto, debo decirles que esto no va a pasar bajo un papado de Trump.
(Ovación, aplausos)
Sencillamente no va a pasar, se los prometo. Conozco músicos. Conozco grandes, grandes músicos. Músicos estupendos. Son amigos míos. Y me preguntan, me dicen, Donald, ¿qué pasa con las canciones en misa?, son tan malas. Y estos amigos son profesionales. Fueron a Julliard[4] , ok. Los mejores músicos, y quieren ayudar con la música litúrgica de Nueva York. Se mueren por ayudar con la música litúrgica en Nueva York, pero dicen, “Donald no podemos porque “¡Tim!” no nos deja”. Eso va a cambiar bajo un papado de Trump. Vamos a tener la mejor música, se los prometo.
(Aplausos)
Entones tocan una canción horrible, y el sacerdote camina y habla de saludar al vecino, y después dice las palabras y después nosotros decimos las palabras, y después todos dicen las palabras, y después la mujer despedaza los salmos con las guitarras y después nosotros decimos los salmos, y estoy sentado ahí preguntándome… ¿cuándo reza la gente en esta misa? ¿Tengo razón?
(Ovación, aplausos)
¿Cuándo reza la gente? ¿Es en los pocos segundos entre cuando hablamos? ¿Es durante la música mala? ¿Cuándo? Todo es hablar, hablar, hablar. La misa de hoy es como un grupo de políticos. Todo lo que hacen es hablar. Todo es palabras, nada de acción.
(Alguien del público: todo es palabras, ¡nada de oración!)
¿Quién lo dijo? ¿Esta señora de allí? Tienes toda la razón. Todo es palabras, nada de oración. Tienes razón. En algún momento sólo quería que se callaran, porque, miren. No tengo nada en contra de hablar, ok; puedo hablar por horas sin guión. No uso apuntador, y no uso notas. Alguien me dijo el otro día, pero Señor Trump, el Papa tampoco usa apuntador. Y dije, bueno de hecho él debería usar un apuntador, ok. Él debería usar un apuntador porque cuando se sale del guión y empieza a decir que Jesús se disculpó ante algunas personas, que dicho sea de paso muchos dijeron que era blasfemia, pero cuando eres el Papa y vas por ahí diciendo que Jesús se disculpó… Miren, yo no necesito disculparme por nada, ok. Y si yo no necesito disculparme por nada, ¿ustedes creen que Jesús va a necesitar disculparse por algo? No lo creo. No lo creo, entonces ciertamente, el Papa necesita un apuntador. Quizá puede tomar prestado el de Obama cuando lo despidan el próximo año.
(Ovación, aplausos)
Bueno, entonces estoy sentado ahí y la charla sigue y la mala música sigue, etc. Después a mitad de camino se supone que tengo que saludar a la gente y me digo….llevo sentado aquí media hora y no les he dicho ni una palabra a estas personas. De hecho, no hubiera podido decirles nada por toda esa música y la charla, y ahora después de media hora ¿se supone que tengo que presentarme? ¿Después de ignorarlos durante media hora? ¿Qué tan estúpido es esto? Perdonen, pero ¿qué estúpido es esto?
(Ovación, aplausos)
¿Y por qué saludo a estas personas cuando se supone que Jesús está en el altar? ¿No es eso lo que creen los católicos? ¿Qué Jesús está en el altar? Eso es lo que dice Trento, ¿cierto? Y a pesar de eso, tenemos a todas estas personas, estos católicos, y están sentados ahí diciendo hola, saludando y apretando manos, y ¿quién le presta atención a Jesús? No sé, quizás soy yo. Yo me convertí la semana pasada, ¿qué puedo saber? Pero me pareció extraño. Muestra una falta de reverencia, ¿no es cierto? Falta de reverencia.
(Ovación, aplausos)
Ya no tenemos reverencia en la Iglesia Católica. No hay más reverencia. Tienen que tener reverencia. Porque sin reverencia todo es una broma. Y la misa no es una broma, ¿o sí?. Y debo decirles que bajo un papado de Trump vamos a tener tanta reverencia en la misa de nuevo, que no podrán creerlo. Sencillamente no podrán creer tanta reverencia.
(Ovación, aplausos)
Y después viene la Eucaristía y empieza la música mala. Es como si estuviera en un pésimo concierto de Woodstock, de verdad. Empiezan las guitarras, el flaco con la colita empieza a cantar. Y veo a la gente yendo a recibir a Dios, ok. Yo recién me convertí, pero leí esto en Trento, ok, dice que creemos que la Eucaristía es Dios. Lo dice justamente acá, lo tengo resaltado, ok. Y las personas están recibiendo a Dios en la mano, se caen las migas, se quedan ahí y lo ponen en su boca como si fuera una patata frita. Están vestidos como si hubieran llegado recién del centro comercial. Y veo esto, y me pregunto, ¿qué estamos haciendo, gente? ¿Qué estamos haciendo? ¿Somos católicos o protestantes? Conozco unos protestantes que no recibirían la eucaristía como la recibimos nosotros, ni vestirían como veo a algunos vestidos. No hay respeto, amigos. Ningún respeto, ninguna reverencia. Miren, si tengo una reunión con un directivo y queremos hacer negocios, él viene vestido de traje. Eso es respeto. Si se aparece en pantalón corto y sandalias, le pido que se vaya de mi oficina, ok. Porque es una burla. No muestra ningún respeto y no se lo toma en serio. Está acabado. ¡Adiós!. Bajo un papado de Trump, ahí es donde estas personas van a estar. ¿No respetan al jefe? ¡Adiós!.
(Ovación, aplausos)
Entonces, esa fue mi primera experiencia en misa, amigos, y casi me voy de ahí para ser honestos. Esta misa era tan mala, que casi me voy, pero después alguien me dijo que esta era la “nueva misa”. Aparentemente había una “vieja misa”, y ahora, está la “nueva misa” que se llama Novus Ordo, ¿escucharon hablar de ella?
(Abucheo)
Parece que es a la que asistí, pero no tenía idea, pensé que era solo la Misa. Que siempre había sido la Misa. Pero no, esta forma de misa aparentemente fue armada en 1969 por un papa, Pablo VI. Casi como una orden ejecutiva, a decir verdad. La impuso como hace Obama, y aunque no tenía consenso para esto, la impuso de todas formas y ahí la tienen. Bueno amigos, debo decirles, bajo un papado de Trump vamos a derogar y reemplazar la Novus Ordo.
(Fuerte ovación, aplausos)
Derogar y reemplazar la Novus Ordo. No tenemos opción, amigos, no tenemos opción. De verdad que no tenemos. El Novus Ordo va a colapsar por sí mismo de cualquier manera. La asistencia a Misa sigue cayendo. Tenemos que hacer algo. El Novus Ordo será derogado y será reemplazado con algo mucho mejor y magnífico. ¿No quisieran algo más reverente y hermoso para nuestra Misa?
(Ovación)
El otro día encontré este libro. Es un Misal de 1962. Lo leí, es fantástico. ¿Quizá volvamos al Misal de 1962? ¿Está bien?
(Ovación, aplausos)
Quizás volvamos al Latín. Soy un fanático del Latín. Cuando usábamos el Latín éramos Número Uno. Pasamos al Español y ahora los musulmanes nos sobrepasan en número. Ellos mantuvieron el árabe y pasan al primer puesto, nosotros descartamos el Latín, y pasamos al segundo puesto. Sólo digo. ¿Hay algún tradi en la audiencia? ¿Dónde están mis tradis? ¿Hay algún tradi aquí?
(Ovación, aplausos)
Debo decirles que amo a los tradis. Bajo el Papa actual los tradis son tratados como ciudadanos de segunda. Los llama, ¿cómo es la palabra? “Neo-Pelagianos.” “Neo-Pelagianos,” ¿pueden creerlo? Por cierto, ¿por qué el Papa siempre nos insulta? Siempre nos insulta. Nunca insulta a los musulmanes, o a los protestantes. Pero a nosotros nos insulta. No es muy buena persona en mi opinión, ¿ok? De hecho es un tipo bastante malvado. ¿Acaso no es malvado llamar “Neo-Pelagianos” a todo un grupo de católicos? Y, por cierto, ¿vieron los periódicos de hoy? ¿Dice hoy que no soy cristiano porque quiero construir un muro para proteger la frontera de nuestro país? ¿Pueden creerlo, amigos? Increíble.
(Abucheo)
Creo que también debiéramos construir un muro alrededor del Vaticano para que el Papa no vuelva a subirse nunca más a un avión, déjenme decirles. Demasiadas entrevistas en el avión. Demasiadas entrevistas.
(Ovación, aplausos)
¿Y no es este el Papa que siempre está hablando de los gases del efecto invernadero y el impacto ecológico y el daño a la tierra? Pero sigue volando por el mundo en uno de estos [aviones] 747 grandes que escupen toda clase de contaminantes por todos lados. ¿Por qué? ¿Para dar entrevistas? ¿Quieren al Papa volando de aquí para allá dando entrevistas o haciendo que la Iglesia vuelva a ser grande otra vez? Yo estaría cada día en el Vaticano haciendo que ganemos de nuevo, déjenme decirles.
(Ovación, aplausos)
Pero debemos cuidar a nuestros tradis. Bajo un papado de Trump, los tradis van a ser cuidados, se los puedo asegurar. Yo sé cómo construir. Yo me dedico a construir cosas. Vamos a tener un hermoso comulgatorio en el altar de cada Iglesia. Un comulgatorio grande y hermoso en las Iglesias más magníficas y bellas que hayan visto. El mejor incienso, la mejor música, el mejor todo. Y toda clase de misas en latín. Vamos a tener tantas misas en latín. ¡Va a ser impresionante! No más misas en latín a las 6 de la madrugada de un sábado. Vamos a tener misas en latín en cada parroquia y misas en latín de la mejor calidad. Tenemos que cuidar a nuestros tradis, amigos. Tenemos que hacerlo. Tenemos que hacerlo y lo vamos a hacer.
Y otra cosa que necesitamos es el Santo Oficio de Nuevo. ¿Qué pasó con el Santo Oficio? Fueron y se sacaron de encima el Santo Oficio y ¿ahora tienen qué? No tienen nada, eso es lo que tienen, honestamente, ¿pero cómo lo llaman ahora?
(Hombre del público: ¡CDF!)
Gracias. Eso es lo que lo llaman ahora, la CDF (Congregación para la Doctrina de la Fe). ¿Y a qué se dedica? Quién sabe a qué se dedica. ¿No dijo el papa Francisco a una orden religiosa que visitó, que ni siquiera se preocupe por la CDF? ¿Entonces qué diablos es realmente? ¿Acaso todavía impone disciplina a alguien?
(Hombre del público: ¡A los tradis!)
¡Ja!. Sí, tiene razón. Sólo a los tradis. Pero no, ellos ya no disciplinan a nadie. Miren, yo estoy totalmente a favor de la disciplina. Amo la disciplina. Soy el candidato más disciplinario por lejos. Pero necesitamos un Santo Oficio fuerte otra vez. Necesitamos construir un Santo Oficio tan grande y tan fuerte que a nadie se le ocurriría enredarse con él, ¿ok? Conozco algunos teólogos. Son como los mejores teólogos. Fueron a las mejores escuelas, tuvieron las mejores notas. Y son tipos fuertes, ok. Son asesinos. Ellos conocen las herejías. Y ellos vienen y me dicen, Señor Trump, los modernistas están por todas partes. Vienen a la Iglesia, ya están en la Iglesia, están en las escuelas, están en los seminarios, están en las parroquias, están en la Curia. Y les pregunto, ¿por qué no se deshacen de ellos? Y están tristes y están frustrados, y dicen, Señor Trump el Papa no nos deja hacerlo. Sabemos quiénes son, sabemos lo que dicen, son herejes, pero él no nos deja hacerlo. Es increíble. Es increíble. Una vez que me elijan Papa, esto va a cambiar.
(Ovación, aplausos)
Todo esto va a cambiar. Voy a construir un Santo Oficio tan grande, tan implacable, y tan fuerte que a ningún modernista se le ocurriría pronunciar una herejía. Y si lo hicieran que Dios los ayude. Estarían fuera de aquí tan rápido. Eso se los puedo prometer. Entonces, necesitamos traer de vuelta el Santo Oficio y hacerlo fuerte de Nuevo. Hacerlo respetado otra vez. No más CDF. La CDF está acabada. No más CDF.
(Ovación, aplausos)
Entonces, como dije antes, el Vaticano II fue un desastre. Simplemente fue un desastre. Estábamos ganando; cambiaron todo, ahora estamos perdiendo. Así que, el otro día, enciendo la TV y estoy viendo EWTN. Estoy viendo a Raymond Arroyo, y tiene a este tipo en el aire. Este comentarista, este autor, y me está vapuleando, no me soporta. ¿Cómo se llama? George Weigel[5]. ¿Escucharon hablar de George Weigel? Yo no. Qué tonto. Este tipo está sobrevalorado. Él usa lentes y entonces parece listo. Pero siempre se equivoca. Usted pensaría que si fue comentarista por veinte años de vez en cuando acertaría en algo, pero él siempre se equivoca. Él dice que Trump se equivoca sobre Trento, Trump se equivoca sobre el Vaticano II, Trump se equivoca con la misa. ¿Pero cómo puedo equivocarme? El Vaticano II fue como….un fracaso colosal. Fue un fracaso de acuerdo a cualquier medida estadística. ¿Pero qué sabe George? George no hizo nada. George está financiado por la clase dirigente católica, escribe biografías ilegibles de 500 páginas, toma siestas, y después da una entrevista. Yo construí una empresa que vale miles de millones de dólares. Una gran empresa. Una empresa increíble. Yo empleé a decenas de miles de personas. Yo sé cómo liderar organizaciones. Yo hago grandes negocios. George no ha manejado nada en toda su vida excepto su boca. Un perdedor absoluto. Los medios de comunicación católicos son tan deshonestos. Se los digo.
(Ovación, aplausos)
Los medios católicos son tan deshonestos. Justo el otro día “¡Tim!” organizó un evento, consiguió tal vez 50 personas, y sale en EWTN. Hay como 50 viejos ahí en el salón de bingo, y sale en el Catholic World Report, Catholic News Service, The Register, todos lados. Todos los comentaristas están hablando del evento de Tim. Si yo organizo un evento, hay 10.000 personas y 5.000 más que no pudieron entrar y Raymond Arroyo en EWTN dice “Hoy Trump organizó un evento y se presentaron algunas personas.” Así es. Tan deshonesto.
(Ovación, aplausos)
¿Entonces qué hay de los modernistas? Me preguntan sobre los modernistas. Lo escucho todo el tiempo. La gente se me acerca y dicen, Señor Trump, ¿qué va a hacer con los modernistas? Los modernistas tomaron mi parroquia. Los modernistas tomaron mi escuela. Lo escucho todo el tiempo. Justo el otro día, una pobre madre se me acercó y dijo, Señor Trump, no sé qué hacer. Llevé a mis hijos a misa el otro día y el sacerdote dijo que ‘Jesús no sabía quién era’. ¿Puede creerlo? Jesús no sabía quién era. Hablo en serio, dijo eso, amigos. Un sacerdote en una Iglesia Católica. ¿Pueden creerlo? En otra parroquia, un hombre se acerca y me dice que tocarán el bongó en su misa. Bongós, ¿ok? Bongós. Entonces, debo decirles que los modernistas están ahí. Están arruinando misas, cometiendo sacrilegios, blasfemias, herejías, etc. Voy a mandar al infierno a los modernistas, debo decirles.
(Ovación, aplausos)
Voy a golpear a los modernistas tan fuerte. Siempre dije sobre los modernistas, hay que descabezar a los modernistas. Derribar a sus líderes. Excomulgar a los líderes. Y tomar sus escritos y ponerlos en el Ind[6] (Index librorum prohibitorum). Estas no son buenas personas, ¿ok? Están asesinando almas. Las almas de todos, francamente. Necesitan saber que hablamos en serio. Yo mandaría absolutamente a todos los modernistas al infierno, ¿ok?
(Ovación, aplausos)
Finalmente amigos, déjenme terminar diciendo esto. Nuestra Iglesia ya no gana. Solía ganar. Ya no ganamos más. Perdemos con el diálogo, perdemos con los modernistas, perdemos con los protestantes. Cuando yo gane, cuando sea Papa, vamos a recuperar nuestra Iglesia. Vamos a hacer nuestra Iglesia grande otra vez. Vamos a hacer la Iglesia reverente otra vez. Vamos a expulsar a los modernistas tan rápido. Pero tan rápido. Vamos a ganar tanto. Vamos a ganar con conversiones, vamos a ganar con vocaciones, vamos a ganar con la Misa. Vamos a derogar el Novus Ordo y vamos a reemplazarlo con algo mucho mejor. Vamos a ganar el altar. Vamos a sellar el santuario con un bellísimo comulgatorio. Vamos a ganar tanto. Ganar y ganar. Vamos a ganar tanto que ustedes van a estar rogándome, por favor Santo Padre déjenos perder una vez o dos, no podemos soportarlo más. Y voy a decirles ¡de ninguna manera! ¡Vamos a seguir ganando! ¡Nunca vamos a perder! ¡Nunca más vamos a perder! ¡Regístrense y voten! ¡Los amo a todos! ¡Gracias!
Chris Jackson
[1] Mister Rogers: ministro presbiteriano, compositor, autor y presentador de televisión estadounidense. Rogers es conocido por ser el creador y presentador del programa de televisión Mister Rogers’ Neighborhood
[2] Bernie Sanders: político estadounidense, senador junior de los Estados Unidos por el estado de Vermont y precandidato del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de 2016.
[3] Nancy Pelosi: política estadounidense del Partido Demócrata. Actualmente es la Líder de la Minoría Demócrata de la Cámara de Representantes, cargo que ya ejerció entre 2003 y 2007.
[4] La Escuela Juilliard (en inglés The Juilliard School) es un conservatorio de artes situado en Nueva York. Se le identifica informalmente como Juilliard, e instruye en música, danza y teatro. Situada en la actualidad (2009) en el Lincoln Center, la escuela instruye a cerca de 800 estudiantes de pregrado y de grado. Está catalogada por el U.S. News & World Report como la institución de educación superior con la tasa de admisión más baja de los Estados Unidos (7,2 % en otoño de 2012), seguida por el Instituto Curtis, la Universidad Yale y la Universidad de Harvard.
[5] George Weigel (n. Baltimore, 1951) es un escritor y politólogo católico estadounidense. Fue el Presidente fundador de la Fundación James Madison. Es el autor del best-seller Testigo de la esperanza, libro biográfico sobre Juan Pablo II. Weigel ha recibido nueve doctorados honoris causa, además de la cruz Pro Ecclesia et Pontifice y la Medalla de Oro Gloria Artis del gobierno polaco.
[6] El Index librorum prohibitorum, en español Índice de libros prohibidos, es una lista de aquellas publicaciones que la Iglesia católica catalogó como libros perniciosos para la fe; además establecía, en su primera parte, las normas de la Iglesia con respecto a la censura de los libros. Fue promulgado por primera vez a petición del Concilio de Trento por el papa Pío IV el 24 de marzo de 1564 —impreso en Venecia por Paolo Manuzio—. El Index conoció más de cuarenta ediciones, a cargo de la Congregación del Índice, creada por el papa Pío V en 1571. La última edición fue la de 1948 hasta que el 8 de febrero de 1966 el papa Pablo VI lo suprimió
[Traducido por Marilina Manteiga.
Artículo original.
Introducción.]
Visto en
Amor de la verdad -
Católicos Alerta