¡Ni sus parientes creían en Él! "Mi tiempo aun no ha venido, mas vuestro tiempo siempre está preparado. No puede el mundo aborreceros a vosotros: mas a mi me aborrece; porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas". (Del Evangelio del martes de Pasión. Jn. Cap. VII)
Muchos clérigos y laicos conciliares y posconciliares no querían ni escuchar que se hable mal o negativamente del mundo o de la relación cautelosa y aguerrida que debe llevar la Iglesia ante el mundo. Llamaban a los que pensaban así despectivamente “profetas de desgracias”. Forman parte, a la luz de la perícopa evangélica ut supra mencionada, de los que el mundo no aborrece, porque no dan testimonio de que sus obras son malas, contemporizan con él, relativizan la doctrina para agradara los poderes humanos y no humanos del mundo. Pero a ellos los aborrece Dios.
En cambio los tradicionalistas, la historia reciente lo dice, han sufrido constante persecución por fuera y sobre todo, la más dolorosa, por dentro de la Iglesia. Ellos son aborrecidos porque dan testimonio contra el mundo, y contra toda unión de la Iglesia y el mundo, porque sus obras son malas. A estos “profetas de desgracias” los ama Dios, quien no dudó en sacrificar a su Hijo para expiación de nuestros pecados y abrirnos las puertas del Cielo para los que se arrepienten y hacen penitencia.
C-
Tomado del Blog amigo: El Céntuplo, blog de espiritualidad cristiana https://elcentuplo.blogspot.com/
Muchos clérigos y laicos conciliares y posconciliares no querían ni escuchar que se hable mal o negativamente del mundo o de la relación cautelosa y aguerrida que debe llevar la Iglesia ante el mundo. Llamaban a los que pensaban así despectivamente “profetas de desgracias”. Forman parte, a la luz de la perícopa evangélica ut supra mencionada, de los que el mundo no aborrece, porque no dan testimonio de que sus obras son malas, contemporizan con él, relativizan la doctrina para agradara los poderes humanos y no humanos del mundo. Pero a ellos los aborrece Dios.
En cambio los tradicionalistas, la historia reciente lo dice, han sufrido constante persecución por fuera y sobre todo, la más dolorosa, por dentro de la Iglesia. Ellos son aborrecidos porque dan testimonio contra el mundo, y contra toda unión de la Iglesia y el mundo, porque sus obras son malas. A estos “profetas de desgracias” los ama Dios, quien no dudó en sacrificar a su Hijo para expiación de nuestros pecados y abrirnos las puertas del Cielo para los que se arrepienten y hacen penitencia.
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Tomado del Blog amigo: El Céntuplo, blog de espiritualidad cristiana https://elcentuplo.blogspot.com/
https://radiocristiandad.wordpress.com/2019/02/09/aclaracion-del-padre-ramiro-ribas/
ResponderEliminarACLARACIÓN DEL PADRE RAMIRO RIBAS
Para gloria de Dios y bien de las almas, debido a que han circulado por ahí diversos artículos que hablan sobre mi persona, quiero con esta nota aclarar algunos puntos que considero muy importantes.
1º- Estimo que prácticamente todos los que hoy estamos en la Tradición se lo debemos a una insigne y preclara persona: Monseñor Marcel Lefebvre. Si él no se hubiera levantado contra la barbarie modernista, nos habría sido casi imposible llegar a conocer la verdad, la Tradición. Fue algo único e increíble lo que realizó este buen pastor. ¡Él solo contra toda la falsa iglesia! ¿Qué tuvo errores? Claro que sí, pero bastante tenía con luchar contra miles y miles de obispos con su “jefe” a la cabeza. Sinceramente creo no es honesto criticar, denigrar, tirar por tierra, al único que junto a Monseñor de Castro Mayer se enfrentó al infierno, dejando para ello la vida a jirones en la mortal lucha. Allá cada cual si no quieren ser agradecidos. Un servidor, reconociendo por supuesto los errores que cometió a lo largo de la terrible batalla sin precedentes que él solo tuvo que sostener, no cesará de decir una y mil veces: “Gracias Monseñor, gracias, de no haber sido por Usted, andaríamos todos perdidos por la falsa iglesia conciliar.”
2º- Los que me conocen, ya saben bien mi forma de actuar, y para los que no me conocen escribo lo siguiente. Soy un sacerdote ordenado hace más de 30 años por Monseñor José Guerra Campos, que era el obispo más tradicional de España dentro del “Novus Ordo,” y hace menos años vuelto a ordenar bajo condición por Monseñor Richard Williamson, a quien respeto mucho, aunque no comparta cosas que dice y hace, y a quien siempre estaré inmensamente agradecido por el sublime acto de la ordenación y otras muchas loables acciones que ha realizado a favor mío, y a favor de tantas y tantas personas. Le pido a Dios que se lo tenga en cuenta y se lo premie. Recalco que ambas ordenaciones fueron públicas y con multitud de testigos, amén de los vídeos y fotos que poseo.
3º- No pertenezco a ninguna organización ni a ningún grupo, ni estoy bajo la égida de ningún obispo. No estoy con la Fraternidad. No estoy con la llamada Resistencia. Del anticristo que usurpa la Sede de Pedro yo afirmo que no es Papa, pero al mismo tiempo no soy sedevacantista. Aunque lo anterior parezca una paradoja, no lo es, ya que estoy queriendo decir que no pertenezco a ningún grupo sedevacantista, pues los movimientos sedevacantistas en general tienen una idiosincrasia y una forma de actuar que no comparto en absoluto.
4º- Simplemente soy un sacerdote católico, y decir católico es decir: Tradicional. Quien no es tradicional no es católico. Quiero vivir y transmitir la fe de mis mayores. Soy y estoy con todo aquel que guarde y crea la moral y doctrina íntegra de la Iglesia Católica hasta el anticoncilio Vaticano II. Vuelvo a repetir que no soy ni pertenezco a ningún grupo de los diversos movimientos tradicionales, y que solamente levanto la bandera por Nuestro Señor Jesucristo y por la Santa Iglesia Católica por Él fundada, la cual sigue perviviendo en las catacumbas, pues en la década de los 60, lo que hasta entonces había sido la Iglesia, fue totalmente ocupada por el enemigo y exterminada.
5º- Viajo por toda España, y por algunos lugares de Europa llevando la verdadera doctrina, la verdadera moral, la verdadera Misa, los verdaderos Sacramentos. A las Misas que celebro acuden toda clase de personas, ya sean pro Fraternidad; pro Resistencia en sus diversas facetas; pro sedevacantismo, también en sus diversas facetas; personas de buena voluntad que poco a poco van dejando el Novus Ordo, etc. Esto solamente se puede conseguir salvando todo lo que se puede salvar de los diferentes grupos tradicionales, y al mismo tiempo no perteneciendo a ninguno de ellos, anhelando decir como San Pablo: No soy de Apolo, ni de Cefas… Soy de Cristo.
ResponderEliminar6º- A partir de ahora los diferentes sermones, charlas, y escritos que un servidor vaya haciendo, saldrán en el blog que lleva mi nombre. Agradezco mucho a todas las demás páginas donde los publiquen, pues de esta manera el apostolado, al llegar a más personas, se multiplica, y eso es grande. Pero el que salgan mis sermones en diversas páginas, no estará queriendo decir que yo comparta en todo el contenido de las mismas.
7º- Busco la gloria de Dios, salvar mi alma e intentar ayudar en lo que pueda a que los demás salven la suya. Y en estos tiempos tan bravos el tema es más que difícil. Esto en definitiva es lo único que me preocupa y por lo único que me hice sacerdote. Si alguna persona le interesa en serio el gran negocio de su salvación eterna, sabe que puede contar conmigo. No tengo correo electrónico, por lo que adjunto, para quien le pudiera interesar, mi teléfono móvil: 0034 622 90 82 45.
Que la Santísima Virgen María, debeladora de todas las herejías, nos cobije bajo su poderoso manto para así no ser tragados a lo más hondo de la tenebrosa ciénaga, en que a fecha de hoy, se ha convertido la humanidad.
Os bendice:
Ramiro Ribas.
10 de febrero del año de gracia de 2019
Háganle entender eso a los idiotas de adoración y liberación, no a Vicente Montesinos sino a los opinadores que defienden a los posconciliares pero se quejan de bergoglio.
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