De la censura a san Agustín a la Judeofilia eclesial

El reciente post sobre la reprobación de Facebook a enunciados de San Agustín dio origen a cuantiosas reacciones, que pudimos palpar por el número de registros desde esta bitácora para los hispanoparlantes, y en sitios de otros idiomas, sobre todo en inglés, por la variedad de publicaciones.  

Más allá de todo, Facebook hasta hace un tiempo era un refugio para publicaciones tradicionales católicas. Cada vez lo está siendo menos. Y aunque existen otras redes sociales aún sin la censura de Facebook, como VK, esta aún no está difundida lo suficiente, aunque no sería mala idea irla probando. 

Decíamos en el post anterior: Facebook ha sido implicado en censurar opiniones conservadoras y cristianas. Recientemente, el CEO Mark Zuckerberg declaró que Facebook había bloqueado intencionalmente los anuncios pro-vida en el período previo al referéndum de Irlanda para eliminar el derecho a la vida del niño por nacer de su constitución.

Digamoslo: la censura de Facebook viene de Facebook, y Facebook viene de mano judía. Eso no sería nada si no fuera porque en las últimas décadas intraeclesialmente y mediáticamente se ha venido adoctrinando a diestra y siniestra que los cristianos siempre han perseguido injustamente a los judíos y lo único que deben decir en su presencia es “perdón, hermanos mayores”. ..

A la deriva del Vaticano II, Juan XIII, Paulo VI, Juan Pablo II y Francisco, todo va en la misma dirección; este último afirmó que  “tenemos a nuestras espaldas  diecinueve siglos de anti-judaísmo cristiano y que pocos decenios de diálogo son muy poca cosa en comparación”. 

En un acto de soberbia vaticanosegundista sin par, menospreciando 19 siglos de Iglesia, lo peor es que entra y hace entrar en la lógica blasfema de la judería.  Porque la Iglesia siempre se opuso a la perfidia judía, a sus errores, a sus crudelísimas persecuciones, su deicidio, sus acechanzas. Con suma caridad, que redunda en bien de los propios judíos, la Iglesia necesariamente debe ser antijudía. Si no lo es, se convierte en un monstruoso ser judeocristiano. 

A continuación, la significación cada vez más amplia y más peligrosa que le dan los judíos a los "ataques" contra ellos, tomado de aquí:

A fin del año pasado, se hizo por parte de la Santa Sede, un pacto con el presidente de Israel para luchar “contra el antisemitismo“. El hecho es particularmente interesante ya que el lobby judío mundial tiene un concepto muy amplio de lo que entienden por “antisemitismo”. En efecto, como indica un reciente informe hecho por la DAIA, todas las siguientes expresiones son consideradas “antisemitas”, a saber:

a) críticas a los crímenes del Estado de Israel;
b) estudios revisionistas sobre el nazismo;
c) asociaciones terminológicas entre el judaísmo y la avaricia;
d) asociaciones entre el judaísmo y el poder mundial;
e) relaciones entre el deicidio y los judíos;
f) críticas al sionismo, entre otros).

Pocos se dan cuenta de que, si se adoptara una acepción tan amplia del vocablo “anti-semitismo”, la condena del antisemitismo implicaría la condena de buena parte del Nuevo Testamento, especialmente de los Evangelios de San Mateo y San Juan y del Epistolario paulino. Esto es, la condena del antisemitismo hecha por el lobby judío mundial, es una condena diabólica ya que implica condenar parte de la Divina Revelación y, por ende, a su Autor: Dios.

No por nada los que más reaccionaron contra esta –que no es la única- censura de Facebook son católicos tradicionalistas o cercanos a la Tradición. Allí está la respuesta, pasar por encima de la suciedad que se juntó en estas décadas y llegar y tomar el bastión de la Tradición para vivir el día de hoy y cada día. 

   SIM