Sobrenatural protesta ante Francisco
Santo Padre:
Nosotros, los 26 mártires ucranios, víctimas del Comunismo, beatificados solemnemente en el año 2001; los 1725 mártires beatos, exterminados como consecuencia de la persecución marxista en España; los beatos mártires eslovacos, Vasil Hopko y Zdenka Cecilia Schelingova, asesinados por el régimen comunista que capturó a Eslovaquia; el beato mártir Jerzy Popiełuszko, asesinado en Polonia por los agentes del Soviet, el beato Monseñor Anton Durcovici, y el Padre Vladimir Ghika, asesinados por el comunismo rumano, los 17 mártires y beatos laosianos ejecutados por las milicias rojas del Pathet Lao, el beato mártir Teofilius Matulionis, primera víctima del comunismo en Lituania, junto a todos los mártires auténticos abatidos por odio a la Fe, bajo los segadores signos de la hoz y el martillo, devolvemos a Vuestra Santidad las palmas del martirio y las coronas de la Beatitud,que oportunamente la Santa Madre Iglesia nos otorgara, hasta que no les sean quitadas formalmente al impostor Enrique Angelelli y sus cómplices de la Revolución Marxista en la Argentina, que por vuestra insensatez y estulticia habéis elevado a los altares el pasado 27 de abril del año 2019.
Son ellos, artífices de la insurrección atea, apátrida, amoral y siniestra. O somos nosotros, las víctimas reales y sangrantes de sus ideologías ruinosas y de sus conductores homicidas.
No hay sitio en los templos para ambos. No hay espacio compartido en las hagiografías. No hay sacras superficies ni celestes recodos para albergar a la vez a los hijos de la luz y a los de las tinieblas.
Porque no se puede servir a dos señores. Y ¡ay de aquellos!, simples laicos o encumbrada jerarquía, que por conformaros al mundo, junto a Vos, han consentido tamaña afrenta, difícil de perdonar por constituir abiertamente pecado de escándalo.
Habéis ido demasiado lejos en vuestra audacia de pastor errático y demagogo. Y os han acompañado en el sacrilegio, la desmesura y la blasfemia, un haz nutrido de clérigos ladinos, a cada uno de los cuales pedirá cuenta a su hora el Señor Implacable.
Sí; dignos y firmes, os devolvemos la beatitud con que se nos honrara, y que ahora deshonra Su Eminencia, en un acto luctuoso y ultrajante, indigno de la Sede de Pedro y propio de la cátedra de fuego y humo.
¡Cuidado con la santa ira de las legiones santas!
ANTONIO CAPONNETTO
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¡Gloria al mártir riojano!
Se llamaba Antonio Torino, fraile mercedario oriundo de La Rioja.
Era hijo del Capitán Don Gaspar Torino Ocampo, artífice material del primer templo de los Padres Mercedarios levantado en tierra riojana, a partir del año 1617. De ese templo salieron nutridas vocaciones de misioneros, entre las cuales estuvo la del propio Fray Antonio.
Sus superiores le encomendaron la evangelización de los indios Atiles, tristemente famosos por sus borracheras e idolatrías, y por los actos de extrema crueldad que eran capaces de ejecutar.
Fray Antonio Torino confió en Dios y se lanzó nomás hacia Los Llanos, con su misal, su rosario y su Cruz de madera. Buscando la redención de aquellas almas que le fueron confiadas.
Los conquistadores españoles le habían advertido que su vida corría serios peligros entre esa gente. Pero el cura les predicaba la Verdad, oportuna e inoportunamente, a la par que procuraba hacerlos desistir de sus vicios, dando ejemplo él mismo de innúmeros actos de piedad, de devoción y de servicio.
Un día, a comienzos de la tercera década del mil seiscientos,en medio de las terribles guerras calchaquíes, los Atiles quisieron obligar a Fray Antonio a presidir una de sus habituales orgías. Se negó con santa ira, quebrando con un palo las enormes tinajas de chicha con la que se embriagaban y cometían sus desmanes después.
Los indios se arrojaron sobre él,lo desnudaron de su hábito misionero, lo colgaron de un algarrobo (venerado hasta el siglo XVIII) y lo descuartizaron vivo, juntando en la sotana del mártir su propia sangre que usaron después para sus diabólicas supersticiones.
Murió perdonando a sus asesinos y pidiendo su conversión.
El Capitán Gregorio de Luna y Cárdenas, se juramentó ante sus soldados para que el martirio y la gloria de Fray Antonio Torino no quedaran en el olvido.
Cativas y Asimín, los principales verdugos, huyendo de la justicia humana, fueron alcanzados por la justicia divina, siendo abatidos ambos por un rayo en medio de la fuga.
Fray Antonio Torino, primer y genuino mártir riojano, verdadero santo misionero, apóstol entre los más necesitados, servidor de pecadores y testigo de la Fe Católica: ruega por nosotros.
Fray Antonio Torino, fiel a Cristo, a la Iglesia, a la España Misionera y la argentina tierra riojana que te dio la vida, intercede ante el Dios de los Ejércitos para que castigue ejemplarmente a los nuevos Cativas y Asimín -hoy sentados perjuramente en la Sede Romana- disipando las mentiras, los fraudes,las estafas y las ignominias del falso martirologio riojano que hoy quieren imponernos.
Fray Antonio Torino, nosotros, los católicos argentinos, honramos tu vida, celebramos tu muerte santa cuanto heroica y proponemos tu figura como arquetipo emulable y digno de veneración.
ANTONIO CAPONNETTO
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ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=EfK3dLvJb5Q
ResponderEliminarpodrían analizar este video? en el minuto 14 40 Marino dice que los indúes por sus obras se pueden salvar mejor que un católico a pesar de no ser bautizado ni tener los sacramentos... más o menos eso dice ¿eso no sería una forma de negar el extra ecclesia nula salus?
Hola hermano, la respuesta a eso está en el CIC 847. Es la excepción al extra ecclesia nula salus.
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