1) Vigilia de Pentecostés "Papal y contemporánea"
*
2) Vigilia de Pentecostés tradicional (pre-1955)
En la Reforma Bugnini del 55-56, además de alterar la Semana Santa, todos los ritos de la Vigilia de Pentecostés se suprimieron, excepto la misa. Esta supresión precipitada tiene todas las marcas de que se hicieron en el último momento. Pentecostés siempre tuvo una vigilia similar a la de Pascua en sus ceremonias. Sin embargo la reforma, no fue capaz de hacer frente a Pentecostés. Pero de nuevo, los reformadores no podían dejar sin tocar dos ritos que, con cincuenta días de diferencia, habrían sido, en el primer caso, una versión reformada y, en el otro, una versión tradicional. En su prisa decidieron suprimir el que no tenían tiempo para reformar; el hacha cayó en la vigilia de Pentecostés. Tal precipitación imprevisora resultó en una edición rápida de los ritos de la vigilia de Pentecostés, de manera que los textos de la misa que siguieron tradicionalmente esos ritos ya no armonizaban con ellos. En consecuencia, en el rito violentamente mutilado, permanecen frases que son incongruentes con las palabras del celebrante durante el Canon. El Canon presume que la misa es precedida por los ritos del bautismo, que sin embargo han sido suprimidos. Como resultado, gracias a esta reforma, el celebrante recita durante el especial «Hanc igitur» las palabras relacionados con el “Pro his quoque, quos regenerare dignatus es ex aqua et Spiritu Sancto, tribuens eis remissionem peccatorum” [«para estos, también, a quien te has dignado a regenerar con agua y el Espíritu Santo, concediéndoles la remisión de sus pecados»]. Sin embargo ya no hay rastro de este rito. La Comisión, en su prisa por suprimir, tal vez no se dio cuenta... Y vemos cuáles son los frutos en en los que terminó degenerando.