Publicamos la entrevista que, para Paix Liturgique, Massimo Battaglia ha efectuado al Padre Jean Song, un sacerdote chino que actualmente termina sus estudios teológicos en Alemania; su testimonio nos hace conocer y a la vez nos aclara la difícil situación de los católicos en China y las razones profundas del apego de los fieles chinos a la liturgia tradicional (coloreados y subrayados nuestros).
Massimo Battaglia – ¿Cómo alguien se hace sacerdote en China hoy en día?
Padre Jean Song – Diría que un verdadero sacerdote, católico y santo, nunca es cosa fácil. Pero en mi opinión, no es distinto hacerse sacerdote para un chino, un italiano o un francés. No deja de ser cierto, sin embargo, que convertirse en sacerdote en China presenta sus dificultades particulares, sobre todo a causa de las persecuciones religiosas que asolan nuestro país. No obstante, estoy convencido de que para nosotros los católicos, las persecuciones comunistas son menos graves que la confusión generalizada en el seno mismo de la Iglesia católica, tanto por las negaciones de la auténtica fe como por la profanación de la liturgia.
Massimo Battaglia – ¿Hay nuevas conversiones actualmente en China?
Padre Jean Song – Sí, Deo gratias, hay muchas conversiones al catolicismo en China hoy en día, y aunque los neófitos, en general, no están suficientemente preparados para su bautismo, el Espíritu Santo trabaja siempre en su Iglesia, los protege y los guía en su camino hacia la única verdad.
Massimo Battaglia – La Iglesia en China ¿tiene alguna semejanza con la Iglesia perseguida de los tres primeros siglos?
Padre Jean Song – Creo que sí, hay cierta semejanza con la Iglesia de los tres primeros siglos en el Imperio Romano. Pero si en la época de Mao Tse-Tung, la Iglesia se enfrentaba a una persecución violenta, parecida a las que vivieron los primeros cristianos, hoy enfrentamos más bien une persecución insidiosa cuyo objetivo es transformar a la Iglesia en una Iglesia que ya no sería la verdadera Iglesia de Cristo. Es mucho más peligroso para los fieles, que se encuentran desorientados y hasta pueden abandonar la verdadera fe sin siquiera darse cuenta.
Massimo Battaglia – ¿Cómo ha conocido usted la misa tradicional?
Padre Jean Song – Nací en una familia católica que conserva la fe desde hace más de 150 años. Como sabrá, durante casi treinta años, de 1949 a 1978, la Iglesia en China ha estado aislada del resto del mundo y, por lo tanto, de Roma. De modo que, hasta los años 90, los sacerdotes que eran liberados de prisión continuaban celebrando la misa según el antiguo rito, porque, en ese momento, no conocían ni el concilio ni la reforma litúrgica. Pero después de 1990, se han ubicado en la corriente de las reformas conciliares y han seguido las mismas evoluciones que en las demás regiones del mundo. Como nací en 1986, personalmente, no tuve la experiencia del rito antiguo, que dejó de celebrarse a partir de los años 90. Pero cuando era niño, mis abuelos me hablaban siempre de la belleza y la profundidad teológica del rito antiguo. Recuerdo que durante algunos años, mi abuelo dejó de asistir a misa, porque decía que la misa moderna no era ya un sacrificio sino que parecía apenas un simple recuerdo de la última Cena del Señor. Él pensaba eso sin haber estudiado nunca ni teología ni liturgia, pero su fe era tan fuerte que distinguía muy bien las diferencias existentes entre la nueva liturgia y el antiguo rito que había alimentado su fe desde la infancia.
Massimo Battaglia – Los valores de la cultura oriental atribuyen gran importancia a los rituales, a lo sagrado y al respeto.
Padre Jean Song – Tiene razón al afirmar que la cultura y las tradiciones chinas, fundadas en la doctrina confuciana, daban gran relevancia a los rituales y al respeto por los ancianos, pero después de la revolución cultural que convulsionó China, entre 1966 y 1976, los valores tradicionales del mundo chino han sido casi totalmente eliminados. Tal vez esta afirmación sea exagerada, pero desde un punto de vista cultural, los chinos modernos son bárbaros incultos...
Massimo Battaglia – ¿Existe una «resistencia» a la reforma litúrgica de 1970 entre los católicos chinos?
Padre Jean Song – No sé si existe una «resistencia» a las innovaciones litúrgicas en China, dado que la mayoría de los chinos no se dan cuenta de los cambios, pero cuando vuelvo a China, los ancianos me piden siempre que celebre la misa tradicional porque sienten una verdadera necesidad espiritual respecto de lo que encuentran hoy en las celebraciones, comparado a lo que han conocido antes, pero también muchos jóvenes que viven en un mundo vacío experimentan esta necesidad, a pesar de que no han conocido la liturgia como se celebraba antiguamente...
Massimo Battaglia – ¿Hay entonces una demanda real de celebración de la misa tradicional en China?
Padre Jean Song – Sí, y no sólo por parte de las personas mayores sino también de los jóvenes que me piden que la celebre. Este deseo representa, sin duda, en parte, la nostalgia de un tiempo que ya pasó, pero sobre todo, la afirmación de un deseo de rezar en perfecta armonía con su fe católica.
Massimo Battaglia – ¿Cómo aprendió usted a celebrar la misa tradicional?
Padre Jean Song – Siempre estuve interesado en aprenderla, en particular, por el amor que mi abuelo tenía por la misa tradicional. Los numerosos pedidos de celebración de esta misa han terminado por convencerme de celebrarla. Y fue así como aprendí a celebrarla con un sacerdote amigo.
Massimo Battaglia – ¿Cree usted que la misa tradicional seguirá siendo importante en el futuro?
Padre Jean Song – Estoy seguro de que desempeñará un importante papel. No sólo por la belleza exterior, sino sobre todo, en virtud del adagio lex orandi, lex credendi: la misa tradicional revela la sana doctrina de la Iglesia católica y es una manera muy fuerte de combatir las herejías del neo-luteranismo y del neo-modernismo que nos asaltan. Por otro lado, por parte de los fieles, se trata de un pedido justo y adecuado para su santificación y la santificación del mundo. Como pastores, tenemos el deber de contribuir con la difusión de la gracia por medio de los sacramentos.
Massimo Battaglia – ¿Por qué cree usted que esta misa atrae a tantos jóvenes, muchos de los cuales habían abandonado la práctica religiosa?
Padre Jean Song – No he tenido experiencia pastoral con jóvenes de mi país, y no puedo decir por qué la misa tradicional los atrae tanto. Pero sé que en China hay muchos jóvenes que tienen el deseo de vivir su fe con seriedad, a pesar de la ignorancia y la laicización. A causa de las faltas y errores de los pastores, los jóvenes pierden su identidad católica. En consecuencia, algunos se dan cuenta de que hay que retornar a la tradición de la Iglesia y a la espiritualidad católica.
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