Edith Bruck, judía italiana naturalizada húngara, "testigo de la Shoah" y escritora, recibió el 20 de marzo, Shabat, una visita "privada" de Bergoglio que quiso "agradecerle su testimonio y rendir homenaje a los "mártires de la locura nazi"[1]. Los dos mantuvieron una conversación y Bruck informó a Vatican Insider [2] algunos temas de la charla y algunas reflexiones de la mujer.
"El sábado también hablamos de la Iglesia Católica, me dijo que el antisemitismo histórico tiene sus raíces en el cristianismo"
“Crecí entre sacerdotes que me acusaron de matar a Jesús... Estaba rodeado de antisemitismo pero tenía amigos cristianos, porque los judíos ultraortodoxos no enviaban a sus hijos a jugar con un niño no religioso como yo. E incluso cuando las cosas empeoraron y me obligaron a sentarme en la ortiga con el trasero desnudo, una familia cristiana nos trajo pan en el gueto. La historia está hecha de claroscuro. Creo que será difícil hacer santo al Papa Pío XII. Los judíos no tenemos santos y yo creo que era un hombre, tenía miedo de dañar a su comunidad denunciando las deportaciones que se multiplicaban pero, al mismo tiempo, muchos cristianos tuvieron judíos escondidos ”.
La habitual repetición, en homenaje a la Sinagoga, de falsos clichés: Roma condenó el antisemitismo racista en 1928; la habitual ingratitud y calumnia sistemática contra Pío XII y su probada acción para salvar a los judíos perseguidos. En definitiva, Bergoglio, como es habitual, no pudo resistir arrojar barro sobre la Santa Iglesia y su historia. Como un Juan Pablo cualquiera….
[1] lastampa.it
[2] vaticannews.va
Fuente: RadioSpada
Todo antisemitismo que no condene el evidente, excesivo y criminal antisemitismo activo del abiertamwente antisemita y genocida acccionar del ilegítomo Estado de ocupación Israel y sus aliados (anglosionismo,m OTAN, ONU), no es mas que una farsa para ocultar a los verdaderos antisemitas. Estos conceptos son para doctrinales ignorantes de cerebro medieval.
ResponderEliminar-Le doy una pista que lo colocará sobre la senda de la verdad.
La frudulenta y utilitaria Ana Frank no es semita, Bin Laden sí lo es.
Simon Wiesenthal no es semita, Yasser Arafat si lo es.
Un genocida antisemita máximo, Netanyahu.
No confunda perversamente a la gente poco insstruida. Gracias