San Simón de Trento
El 24 de marzo el Martirologio Romano, conmemora Tridénti pássio sancti Simeónis púeri, a Judǽis sævíssime trucidáti, qui multis póstea miráculis coruscávit ("la pasión de San Simeón, niño, cruelísimamente sacrificado por los judíos en Trento y después glorificado por sus muchos milagros"). En 1475, un muchacho de tres años, llamado Simón, desapareció en el pueblo italiano de Trento; las circunstancias eran tales que la sospecha recayó en los Judíos. Esperando declarar sobre esta sospecha, uno de ellos "halló" el cuerpo del niño en una canalización, donde después confesaron haberlo tirado. El examen del cuerpo, reveló a todas luces que el muchacho no se había ahogado; había heridas extrañas en el cuerpo, de circuncisión y crucifixión. Según testimonios recogidos en Trento poco después de la tragedia, un médico judío atrajo con halagos y secuestró al pequeño con miras a la celebración de la Pascua judía. Después de crucificar al niño y extraerle la sangre, los oficiales de la sinagoga ocultaron su cuerpo por algún tiempo y, después lo arrojaron al canal. Se arrestaron aproximadamente a siete Judíos; fueron torturados y reconocieron que el muchacho había sido ritualmente asesinado con el propósito de obtener sangre cristiana para mezclar con el pan ázimo ceremonial; se hicieron estas confesiones separadamente y estuvieron de acuerdo en la totalidad de los detalles esenciales. Se juzgó a los Judíos y finalmente fueron ejecutados. El funcionario a cargo de la investigación del crimen fue Jean de Salis de Brescia, un Judío convertido, originalmente llamado Jean de Feltro, quien describió cómo su padre lo dijo que Judíos de su pueblo, Lanzhat, habían matado a un niño en una Pascua y de cómo mezclaron su sangre en el vino y en pasteles.
¡Nadie se ha atrevido alguna vez a reprobar y negar los eventos históricos de este caso; sólo los Judíos inventan "razones" de por qué no era un Asesinato Ritual!. Pero no hay ningún escape a la conclusión opuesta. En 1759, en respuesta a una apelación Judía de Polonia, la Inquisición envió al Cardenal Ganganelli (que más tarde llegó a ser el Papa Clemente XIV) para investigar e informar de todo este asunto, con referencia particular a los muchos casos que por entonces se informaron en Polonia. (Ver Informe del Cardenal Ganganelli, en el The Ritual Murder Libel and the Jew, de C. Roth, 1935, pág. 83): "admito entonces como verdadero el hecho del Bendito Simón, muerto a los tres años de edad, asesinado por los Judíos en Trento en el el año de 1475 en odio de la fe de Jesucristo(aunque sea discutido por Basnage y Wagenseil); por el famoso Flaminio Cornaro, un Senador Veneciano, en su trabajo "El Culto del Niño San Simón de Trento" (Venice, 1753) dispone de todas las dudas levantas por los mencionados críticos". Los Judíos tratan de tirar a descrédito a los jueces que condenaron a los asesinos Judíos. E Papa Sixto IV, enfrentó la posibilidad de sancionar el culto de San Simón; pero la razón de esto era que el culto no estaba aun autorizado por Roma, era un movimiento popular sin autoridad. Este mismo Papa, más tarde, expresó su aprobación del veredicto sobre los Judíos en la Bula Papal XII Kal. Julio, 1478.
No tenemos sólo el testimonio acerca de lo correcto de los procedimientos de Sixto IV; también de varios otro Papas; Sixto V, quien reguló el culto popular de San Simón al ratificarlo en 1588, como lo citado por Benedicto XIV en Libro I, Ch. XIV, Nº 4 de su trabajo En la Canonización de los Santos; también por el mismo Papa Benedicto XIV en su Bulla Beatus Andreas del 22 de febrero, I755, en que confirma a Simón como un santo, un hecho que omitió de los argumentos de ese abogado de los Judíos, Strack (The Jew and Human Sacrifice); Gregorio XIII reconociendo a Simón como un mártir, y también visitando la urna; y, como ya se declaró, se obligó a reconocer que era un caso de asesinato Judío en odio de Cristiandad según Clemente XIV.
La urna de San Simón está en la Iglesia de San Pedro, en Trento; se muestran reliquias de él todavía, entre ellos el cuchillo sacrificatorio.
Para resumir, el Asesinato Ritual de San Simón de Trento es apoyado por tal evidencia que quien dude de la condena, en consecuencia, lo hace sin razón de las altas autoridades jurídicas y eclesiásticas de cuya probidad e inteligencia no hay la más ligera excusa para ponerlas en duda.
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ORACIÓN
Oh Dios, restaurador de los inocentes, por cuyo nombre el bienaventurado inocente Simón fue asesinado con acerbísimo suplicio de muerte por los pérfidos judíos: te suplicamos que nos alcances, por los méritos de su intercesión, que al contacto de su impoluta vida merezcamos llegar a la patria celestial. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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Según informa el sitio web de la Associazione Culturale La Torre, noticia que es tomada por Agerecontra.it, luego de venderse la antigua capilla en honor de San “Simonino” –martirizado por judíos-, el lugar se transformará en una sinagoga.
La Capilla de Simonino fue la casa de Samuel de Núremberg, y la sinagoga de la comunidad judía en la ciudad de Trento antes de 1.475, cuando fue el escenario del crimen ritual judío contra el niño San Simón, que culminó con su crucifixión.
Fue el papa Sixto IV quien reconoció el hecho; fue Sixto V, quien reguló el culto popular de San Simón al ratificarlo en 1588, como lo citado por Benedicto XIV en Libro I, Ch. XIV, Nº 4 de su trabajo En la Canonización de los Santos; también por el mismo Papa Benedicto XIV en su Bulla Beatus Andreas del 22 de febrero, I755, confirma a Simón como un santo; Gregorio XIII reconoció a Simón como un mártir, y también visito la urna; y, se obligó a reconocer que era un caso de asesinato judío en odio de Cristiandad según Clemente XIV.
El culto a San Simón (o Simonino) de Trento y la historia de su martirio fueron dejados a un costado por la Iglesia Católica post-conciliar por presión -y con el objeto de agradar- a los judíos.
La vuelta de la iglesia en honor del mártir a manos judías es un símbolo de la judaización de gran parte la jerarquía y los fieles católicos.
Y siguen existiendo esos rituales. Aunque la gran mayoría han sido reemplazados por los abortos.
ResponderEliminarRaza de víboras