domingo, 20 de septiembre de 2020

Cómo era un día de Pío IX

Curioso extracto del libro de San Juan Bosco, "Los Papas de San Pedro a Pío IX. Ejemplos y resúmenes de hechos históricos":

«El Santo Padre se levanta temprano por la mañana y, después de haber rezado sus oraciones, se dirige a su capilla para celebrar la Santa Misa. Esta capilla es pequeña y está cerca del apartamento del Papa. Allí siempre se guarda Sacramento y Pío IX en su gran devoción a las SS. Eucaristía él mismo se encarga del mantenimiento de las dos lámparas que arden perpetuamente ante el tabernáculo. El Papa Pío IX celebra la Misa santa y lentamente, a menudo su rostro augusto se empapa de lágrimas mientras sostiene en sus manos sagradas al Dios oculto, de quien es Vicario. Por lo general, dice misa a las siete y media y asiste como agradecimiento a una segunda misa que dice uno de sus capellanes. Luego recita de rodillas, con uno de los prelados de su corte,

El desayuno del Papa consiste en una simple taza de café negro. La sobriedad italiana es conocida: y esta es la primera comida de casi todos los romanos. Hasta unas diez horas, el Santo Padre trabaja todos los días con su primer ministro, que es un cardenal llamado secretario de Estado, que se encarga principalmente de la administración temporal de los Estados de la Iglesia. Las audiencias comienzan a las diez horas, un oficio muy doloroso y difícil, en el que se tratan las cuestiones más importantes y los intereses más serios de la religión y la sociedad. Cardenales, obispos, príncipes, embajadores, misioneros, sacerdotes, fieles vienen de todo el mundo para llevar sus peticiones, sus obsequios o para explicar sus necesidades al Jefe de la Iglesia. El Papa, durante todas estas audiencias, está sentado; en su presencia uno está de rodillas, o si él lo permite, de pie. Los cardenales y los príncipes tienen el privilegio de sentarse en un taburete. Al entrar en la habitación del Papa, se hacen tres genuflexiones; el primero en el umbral de la puerta, el segundo a mitad de camino y el tercero a los pies del Papa, luego le besas el pie o la mano y comienza la audiencia. Cuando termina, el Santo Padre toca una campana, y pronto otra persona es anunciada y presentada por uno de los prelados de turno. Sólo los hombres son admitidos de esta manera en los aposentos del Papa; esta es una regla invariable. En cuanto a las damas, son recibidas en audiencia una o dos veces por semana, en una gran sala que forma parte de los museos públicos del Vaticano. 

Las audiencias matutinas suelen durar más de cuatro horas seguidas. Cuando terminan, unas dos o dos horas y media, el Papa se dirige a su comedor y se sienta a una mesa frugal, luego vuelve a arrodillarse para la continuación de su breviario, y luego de unos momentos de descanso sale en el carruaje a hacer algo de ejercicio. A menudo, el Papa, con el propósito de sus paseos, tiene como objetivo visitar algún santuario venerado donde se celebra una fiesta, algún hospital o alguna prisión. Cuando hace mal tiempo, el Sumo Pontífice se complace en pasear unos momentos en su biblioteca o en una de las galerías del Vaticano.

"Al caer el día indicado en Italia por el sonido del Ángelus y por esta razón llamado Ave María, el Papa regresa al Vaticano y recita el saludo angelical con su séquito, agregando el De profundis para todos los fieles del mundo entero que murieron durante ese día, y por tanto sus audiencias comienzan de nuevo. Luego se presentan al Papa los documentos a firmar, y se proponen para su aprobación soberana y su decisión final los decretos de las distintas congregaciones romanas, que dividen el examen de los asuntos religiosos de todo el mundo católico. Estas audiencias duran, pues, hasta las diez u once horas de la noche; después de esto el Santo Padre hace una comida ligera compuesto por alguna fruta o alguna legumbre; luego termina el rezo de su breviario y se va a tomar unas horas de descanso que se ganó con tanto trabajo y tan santo”.

Fuente: Radio Spada

1 comentario:

  1. Este hombre,Don Bosco,era un gran observador y era tambien un gran devoto de ese papa al que veia como un hombre de Dios,hoy las cosas han cmbiado mucho y los cristianos convencidos y fieles a la doctrina estamos consternados,sorprendidos y muy incomodos con la poca atencion que se presta a la Verdad revelada y quisieramos volver a la epoca en que el papa era el vicario de Cristo,que este papa abolio,del dogma predicado segun las escrituras que hoy esta en discusion;de la certeza de lo que era pecado que hoy parece lo mismo que el no pecado.Don Bosco nos hizo devotos de Maria Auxiliadora,en ella confiamos que verdaderamente su corazon triunfara

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