(Envío de Antonio Caponnetto)
Jordán Bruno Genta |
“Una política de la Verdad, de la Justicia y de la Caridad, realmente soberana para servir al Bien Común, no procederá jamás de una solución electoral fundada en la ficticia soberanía popular ejercida por el sufragio universal. Por el contrario, son los imperialismos que nos abruman, los verdaderos promotores de esa funesta solución, cuya consecuencia inevitable es la continuidad de la demagogia, de la entrega y de la servidumbre”
Opción política del cristiano, Buenos Aires, Cultura Argentina, 1973, p. 111.
“No creemos en absoluto que se pueda resolver ninguna de las cuestiones candentes por el camino de la ficticia soberanía popular. No hay más política de la Verdad y de la realidad que la que se funda en la Soberanía de Dios y en el Sacrificio de la Cruz”.
El Nacionalismo Argentino, Buenos Aires, Cultura Argentina, 1972, p.110.
“Ustedes se dan cuenta la falacia que representa por ejemplo este falso dogma de la soberanía popular. Esta cosa monstruosa, diabólica, inventada en la Revolución Francesa por los que desterraron la Soberanía de Dios[...]. Y la expresión concreta de esa soberanía del hombre que reniega de la soberanía de Dios, es la voluntad de las mayorías, la omnipotencia del vulgo[...].¡Qué espectáculo denigrante, viendo a soldados, sobre todo, dispuestos a ser sacrificados en el altar de la soberanía popular, y sin ninguna disposición para renovar el sacrificio ellos mismos de la Cruz, por ese soberano que es Cristo, Soberano real y verdadero[...]. Y al soberano popular, a ese monstruo, la expresión acabada de la servidumbre de las pasiones, y de los apetitos del voto de esas multitudes[...]. Si pusieran a un caballo de candidato, lo votan al caballo, no tengan dudas”.
El asalto terrorista al poder, Buenos Aires,Santiago Apóstol, 1999,p. 63
“No participamos de la opinión de los que pretenden bastardear el Nacionalismo poniéndolo en el plano de un simple partido político para entrar en la puja de menudos intereses electoralistas. No creemos que sean las de hoy las condiciones propicias para la resolución de los grandes problemas que afectan al país, por la vía electoral y menos pretender que esa sea hoy una salida honrosa para el ideal que sustentamos. Mediatizar lo que es de Dios y de la Patria al juego a la baja de unas elecciones, a la decisión de una mayoría circunstancial que se deja arrastrar por el canto de sirena de quien demagógicamente más le promete, nos parece una verdadera aberración. Nos parece una aberración a la que siempre rechazó de plano el Nacionalismo [...].Sólo hay una cosa que hay que levantar fundamentalmente en Occidente como verdadera tabla de salvación: la Cruz. A ella nos aferramos” .
Jordán Bruno Genta, Hay un solo Nacionalismo, en Combate, Buenos Aires, Año II, n. 26, 1957, p. 1.
“Lo que menos soporto son los nacionalistas y católicos <tácticos>, que pretenden copar los movimientos y terminan sirviendo a lo peor”.
Carta a Hiram Zamboni, 25-X-1974.
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