viernes, 6 de septiembre de 2019

Hace diez años: don Florian Abrahamowicz dixit

1 - "HOLOCAUSTO" Y REACCIONES

don Florian Abrahamowicz



- Cuando usted toma la palabra en público con respecto a la controversia en torno al “holocausto”, ¿cuál de sus observaciones suscitó mayores problemas? ¿Y por qué?
RESPUESTA: Mis compañeros estaban de acuerdo con todo lo que dije en mi entrevista a la Tribuna de Treviso. Pero nadie se imaginaba el efecto mediático que eso habría de tener. Ha sido, pues, el hecho mismo de atacar a los judíos públicamente lo que hizo temblar y en consecuencia sacudir la amistad de mis colegas y superiores. Tocar al nuevo Mesías, es decir, criticar la política sionista, es el crimen de lesa majestad por excelencia. Ahora bien, el Vaticano se pliega ante esta majestad. Por lo tanto, la Fraternidad, que entró en amistad con el Vaticano de Ratzinger, debía sacrificar a los dioses: después que el Vaticano, por la boca de su portavoz Lombardi, tomó distancias del Padre Abrahamowicz, la Fraternidad lo hizo mejor: expulsó de por vida a su miembro, declarando que las observaciones del expulsado afectan gravemente a la imagen de la Fraternidad al servicio de la iglesia. ¿Qué iglesia?
- En cuanto a Monseñor Williamson, ¿qué piensa de lo que le sucedió?
RESPUESTA: Monseñor Williamson no ha sido expulsado, fue destituido de su cargo, y su comentario sobre los aspectos técnicos de las cámaras de gas ha sido juzgado con los términos más peyorativos por parte de sus colegas en el sacerdocio y en el episcopado. Ha sido reducido al silencio por su superior, Monseñor Fellay. Por no decir que está prohibido tocar al nuevo Mesías, se guardó el asunto entre las “cuestiones históricas” que no son de competencia de un obispo. Y por esto, ¿no debe ejercer más su ministerio?
- Algunos no se privan decir que usted es desobediente e instigador de disturbios, ¿cómo les responde?
RESPUESTA: Respondo diciendo que todo lo que hice lo hice con el acuerdo de mis superiores. La desobediencia, – debida y santa – comenzó cuando he permanecido en mi capilla, después de haber sido expulsado “por razones disciplinarias graves”. Sin resistencia física, permanecí en mi capilla y he seguido diciendo la Misa durante un mes hasta el día en que fui desalojado por la fuerza por parte de mi superior. Sí, desobedecí la orden de mentir públicamente. Tendría que haber negado públicamente las verdades confesadas el día antes. El desorden vino, no por mi, sino debido a la forma en que el superior general reaccionó ante la campaña mediática contra Williamson y yo mismo. En vez de proteger y defender a sus miembros, los desdijo. ¡Qué victoria para el Vaticano! – que, perfectamente informado de la entrevista de Monseñor Williamson, fingía y finge no saber nada con respecto a las opiniones revisionistas de Monseñor Williamson.

SEDEVACANTISMO



- Monseñor Tissier de Mallerais recientemente escribió “yo admito muy bien que un sacerdote, que fieles, tengan dudas sobre la validez de un papa como Juan-Pablo II o Benedicto XVI…” Ahora bien, ¿admite usted que se tengan estas dudas? ¿Comparte estas dudas? ¿Sus convicciones personales son cercanas a las de los que no reconocen en Benedicto XVI un papa legítimo? ¿Qué piensa de la posición dicha sedevacantista?
RESPUESTA: Cuando se me acusa o se intenta denominarme como sedevacantista yo respondo que me niego a llamarme sedevacantista, no porque soy “papista”, en el sentido de los que admitiendo al mismo tiempo que Benedicto XVI no es católico afirman que es papa. Deseo proponer la reflexión siguiente y dejo concluir al lector. Cuando Monseñor Lefebvre afirma en conclusión y al final de su vida, por lo tanto después de una larga maduración de su actitud hacia Roma, a la cual buscaba hasta las consagraciones: “la iglesia oficial no representa la Iglesia Católica,… es una ilusión pueril querer hacer parte de ella para convertirla desde el interior”, me parece que el problema que plantea va bien más allá de la simple “sedes vacans” (Sede vacante).
La sede vacante, en el sentido de un papa que por su herejía deja de ser papa, era considerada por los teólogos en el marco de una iglesia normalmente católica. Ahora bien hoy el problema – misterioso y apocalíptico – es diferente. Con el “papa” es el orbis catholicus (el mundo católico) que no profesa ya la fe católica, el cuerpo de los obispos que no es ya católico, los fieles, incluso los de mayor buena fe, que no son ya católicos: ¿Queremos comprender que el problema hoy es, pues, mayor que el de un papa herético? Puede ser que sea una de las razones por las cuales Monseñor Lefebvre descartaba la solución sedevacantista como “demasiado simple”: La cuestión es mucho más compleja.
Además, está el hecho de que Josef Ratzinger, Papa o no papa, católico o no, tiene sede en el Vaticano, lo ocupa, lo usurpa, todo lo que se quiera, pero está allí, y eso va bien para la gran masa de los que se dicen católicos.
¿Cómo hacerles comprender que no es católico? ¿Cómo hacerles comprender que no son ya católicos? He aquí, quizá, la razón por la cual Monseñor Lefebvre, ante un problema tan grande quiso en toda simplicidad limitarse a construir: escuelas, familias y sacerdotes católicos; denunciar abiertamente la apostasía en tiara y capa, y dejar a la historia el juicio definitivo sobre estos “papas”, que dudaba que sean papas, y que parecen hoy de verdad dar todas las señales de no serlo ya. (...)
Es muy importante inclinarse ante el gran misterio de la situación actual sin querer racionalizar el misterio de la apostasía general. Pues, más que la sede, es la Iglesia la que, hasta cierto punto, está vacante, permaneciendo, al mismo tiempo, visible en su humanidad y su divinidad allí donde la fe se profesa sin compromiso de hecho con Roma modernista.
16/7/2009 - Por Stephen Heiner (extracto) - Original en francés en www.truerestoration.blogspot.com – Traducción: Radio Cristiandad

Addenda:



3 comentarios:

  1. "hoy el problema – misterioso y apocalíptico – es diferente. Con el “papa” es el orbis catholicus (el mundo católico) que no profesa ya la fe católica, el cuerpo de los obispos que no es ya católico, los fieles, incluso los de mayor buena fe, que no son ya católicos: ¿Queremos comprender que el problema hoy es, pues, mayor que el de un papa herético? " EXCELENTE!

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  2. ¿Cómo hacerles comprender que no es católico? ¿Cómo hacerles comprender que no son ya católicos? He aquí, quizá, la razón por la cual Monseñor Lefebvre, ante un problema tan grande quiso en toda simplicidad limitarse a construir: escuelas, familias y sacerdotes católicos; denunciar abiertamente la apostasía en tiara y capa, y dejar a la historia el juicio definitivo sobre estos “papas”, que dudaba que sean papas, y que parecen hoy de verdad dar todas las señales de no serlo ya. (...)

    ¡Sï tal cual!!
    también coincido con destacar el párrafo que copió Analía.

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  3. Tema 1: Holocuento.
    El "holocausto" judío, en el fondo, NO se lo cree NADIE. Empezando por los propios judíos. Véase, por ejemplo, "La industria del holocausto" de Norman Finkelstein.
    Tema 2: Sedevacantismo.
    Ese discurso está repleto de sofismas, empezando por la falacia del hombre de paja. Nadie discute que los Antipapas del Vaticano II, son líderes de la secta del Vaticano II. El único problema aquí es que, la secta del Vaticano II, ha usurpado la denominación legal "Iglesia Católica Apostólica y Romana". Ellos se autodenominan así, pero no son la Iglesia. Hacen lo mismo que los arrianos. Incluso hasta los protestantes se dicen "cristianos", y NO lo son. Los cismáticos orientales se llaman "ortodoxos", pero son heterodoxos. Falacia del hombre de paja, por doquier.
    "Pues, más que la sede, es la Iglesia la que, hasta cierto punto, está vacante, permaneciendo, al mismo tiempo, visible en su humanidad y su divinidad allí donde la fe se profesa sin compromiso de hecho con Roma modernista."
    ¿Qué se supone que significa esto? ¿No era que, sobre la Iglesia, las puertas del Hades no iban a prevalecer? (Mt.16:18).
    No lo sé, Rick... Me parece todo falso, esos sofismas; ¡porque son falsos! Y usted lo sabe.
    ¿Para herético? ¿Qué es eso?
    "La Iglesia firmemente cree, profesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia católica, no sólo los paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse partícipe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está aparejado para el diablo y sus ángeles (Mt. 25, 41), a no ser que antes de su muerte se uniere con ella; y que es de tanto precio la unidad en el cuerpo de la Iglesia que sólo a quienes en él permanecen les aprovechan para su salvación los sacramentos y producen premios eternos los ayunos, limosnas y demás oficios de piedad y ejercicios de la milicia cristiana. Y que nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la Iglesia católica". Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, "Cantate Domino".
    Es decir, no puede existir un "Papa hereje". Eso es un oxímoron.
    Un hereje no puede ser líder de la Iglesia Católica.
    Un hereje sí puede ser líder de una secta herética. Eso no se los voy a negar.
    Si los del Vaticano II desean hacer una secta herética, allá ellos, pero por favor, no usurpen el nombre de católicos.
    Si las personas del FSSPX les gusta decir que "hay un Papa, pero no hay que obedecerle", pues sepan esto: "(...) Someterse al Romano Pontífice, lo declaramos, lo decimos, definimos y pronunciamos como de toda necesidad de salvación para toda criatura humana". Papa Bonifacio VIII, bula Unam Sanctam.
    Tal actitud de decir que existe un Papa, pero que no hay que obedecerle, es cismática. Deben decidir, si quieren obedecer al hereje que se dice "Papa", o no. La posición lefebvrista es la más irracional de todas; mucho más coherentes son los del Vaticano II, en ese caso.

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