“Acá no hay dos vidas”
Miles
Christi-
01/12/2020
“Acá no hay dos vidas, como dicen algunos. Acá claramente es una sola
persona y lo otro es un fenómeno que no está correctamente utilizado. Si no
fuera así, estaríamos ante el mayor genocidio universal.”[1]
Esto es lo que acaba de decir en el Congreso de la Nación el Ministro de
“Salud”, Ginés González García, en el debate sobre la legalización del aborto
que se inició hoy. Se supone que este señor es médico. Alguien debería
explicarle que, a partir de la concepción, se inicia una nueva vida, distinta
de la de la madre, con un ADN único, personal e irrepetible.
Y que esa nueva vida es, obviamente, una vida humana, como la de cada uno
de nosotros, quienes todos, sin excepción, hemos pasado por esa situación. Y
hoy no estaríamos aquí si nuestras madres hubiesen reclamado el fantástico
“derecho” a “disponer de sus cuerpos” en detrimento nuestro. Es decir, el falso
“derecho” a despedazarnos en el mismo vientre concebido para nutrirnos y
protegernos durante los primeros nueve meses de nuestra existencia.
Este señor tal vez haya prestado alguna vez el juramento hipocrático, que
dice:
“Jamás daré a nadie medicamento
mortal, por mucho que me soliciten, ni tomaré iniciativa alguna de este tipo;
tampoco administraré abortivo a mujer alguna. Por el contrario, viviré y
practicaré mi arte de forma santa y pura”[2].
Juramento que,por cierto,parece haber olvidado. Este señor nos explica,
además,muy orondo, que con la legalización del aborto se “elimina una causa de
muerte”. Aparentemente, no solo ha olvidado los fundamentos de su arte, sino
también los de la lógica más elemental, pues tener que “matar para evitar
muertes” es una idea de lo más extraña…
Este prohombre de la medicina también nos ilustró con la siguiente sentencia:
“En toda mi vida me he dedicado
a esto por tres razones centrales: prevenir que las cosas no ocurran y tengan
menos consecuencias. La segunda es una razón de derechos y la tercera es una
cuestión de justicia social.” [3]
Un breve comentario al respecto. Primeramente, para tratar de evitar que
muera gente en el marco de un embarazo, debe alentarse la maternidad con una
auténtica política natalista, que cuide y recompense a la mujer que da a luz,
en vez de proponerle que asesine a su hijo. Y debe igualmente desalentarse por
todos los medios la práctica inhumana del aborto, lo que supone su penalización
efectiva, principalmente -y de manera ejemplificadora-, la del personal médico
que se preste a cometer semejante delito.
En cuanto a la preocupación deeste triste galeno enquerer respetar los
“derechos”, esun hecho manifiesto que él los conculca soberanamente, ya que desprecia
el derecho a la vida que tiene todo ser humano, que naturalmente incluye el de
los niños en gestación.
Finalmente, su alusión a la “justicia social” es demagógica y falaz, pues
la justicia se basa en el principio de “dar a cada uno lo suyo”[4] y
es, por tanto, incompatible con el horrendo crimen del aborto, por el cual se
quita cruelmente la vida a un ser humano inocente y completamente indefenso en
el seno materno.
Este médico desnaturalizado a quien, por surrealista que parezca, ha sido
confiada la “salud” de los argentinos, haría bien en sacar la conclusión que se
impone de lo dicho, y que él mismo enunció, en un atisbo de lucidez, en su
lamentable intervención ante el Congreso -a pesar de no reconocerse en ella-, a
saber que, con la legalización del aborto, se perpetra un AUTÉNTICO GENOCIDIO
DE NIÑOS POR NACER, y que el mote de GENOCIDA es el que corresponde a todos
aquellos que, de una u otra forma, cooperan con la realización de este crimen
abominable.
“Argentina dice NO al crimen del aborto”:https://gloria.tv/post/yn1a69jLRPMM4kzuutvjSaTXB
“La Rata”:https://gloria.tv/post/j89bbJeXH2sw4Sc4YNyHQvpEu
“El aborto legalizado de facto en Argentina”: https://gloria.tv/post/WMnUssXcinSP6dN4FnRgSgZC2
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN
VOS CONFÍO.
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, RUEGA POR NOSOTROS.
Para
mayor información:
https://gloria.tv/user/PsqnxVeozUAb11SRjPVhdKjWu
Muchas gracias por la publicación. Saludos cordiales en Jesús y María.
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