En ella Viganò explica que muchos obispos en el Vaticano II eran intelectualmente corruptos, por eso los sólidos documentos preparatorios pudieron ser reemplazados fácilmente con textos innovadores baratos.
Para Viganò, el Vaticano II fue una “operación deshonesta” y una “estafa llevada a cabo contra los fieles y el clero”.
Desde el Vaticano II, explica, la Iglesia siguió un “camino resbaladizo, desafortunado y destructivo” que llevó finalmente “a la quiebra de la compañía en manos de su liquidador argentino”, quien está “dispuesto a poner la Iglesia de la Misericordia & Co. en las manos del Nuevo Orden Mundial”
Viganò sospecha que Francisco confía en que se le dará “alguna especie de rol gerencial” en esta nueva estructura “aunque solo sea en reconocimiento por el trabajo de destrucción que ha realizado”.
Gloria.tv
Sobre una "Carta abierta al arzobispo Carlo Maria Viganò y al obispo Athanasius Schneider", en apoyo de los mismos, puede verse más información aquí, aquí y aquí.
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