lunes, 10 de agosto de 2020

Sobre nuestros tiempos

Sobre nuestros tiempos
Miles Christi- 09/08/2020

COVID-19 

Comparto con ustedes un mensaje de un intercambio reciente que tuve acerca de la naturaleza de los acontecimientos actuales, por si pudiera ser de algún interés o utilidad para alguien. Es breve y sin pretensiones exegéticas, se trata de una reflexión general y espontánea acerca de la época que vivimos. Soy consciente de que el tema no es muy agradable, y de que con esto podría llegar a incomodar a algunos, o incluso, perturbarlos, pero me parece que es tiempo de comenzar a contemplar ciertas posibilidades al respecto, por difíciles que puedan resultarnos...

Estimado amigo: Me alegra mucho ver que eres lúcido con respecto a lo que está sucediendo, lo cual, lamentablemente, es el caso de tan solo una ínfima minoría de personas. En efecto, la dimensión del engaño presente es absolutamente colosal, verdaderamente portentosa, y por ello, ciertamente diabólica. Con respecto a lo me dices, me permito hacerte una precisión que considero importante: todavía no estamos en el apocalipsis, en el sentido estricto o “técnico” de la palabra, aunque no me cabe la menor duda de que nos dirigimos hacia allí vertiginosamente. Digamos que esta “crisis plandémica global” nos ha hecho entrar de lleno en la “recta final” que conduce inexorablemente a ese trance. Ignoro cuánto falta exactamente para que comience, pero no creo que mucho tiempo, quizás uno o dos años, tal vez menos, tal vez más, no lo sé, ya lo iremos viendo con el transcurrir de los eventos. En todo caso, te paso un dato concreto que conviene tener presente: el período conocido como “apocalipsis” se refiere, bíblicamente, a la fase histórica que precederá a la Parusía o regreso glorioso de Nuestro Señor Jesucristo, y su duración es de siete años, el libro de Daniel es claro al respecto, habla de una “semana de años”, conocida como la “septuagésima semana”, de su profecía de las “setenta semanas”, en su capítulo noveno. Te digo esto para que no te imagines que un buen día “llega el apocalipsis” y, de la noche a la mañana, se terminó todo. No es así. Va a ser un tiempo largo, penoso, terriblemente difícil de sobrellevar, tendremos que armarnos de mucha paciencia y encomendarnos de manera permanente a la protección de Dios, con total fe y esperanza en su ayuda y en su misericordia para con sus hijos fieles...

Me dices luego que “piense en mí”. Por supuesto que pienso en mi vida, pero también en la de los demás, en particular en la de mis familiares y amigos, y más allá, en la de todas las personas que Dios ha puesto en mi camino, a quienes intento ayudar a que abran los ojos en relación a lo que está sucediendo, a fin de que puedan irse preparando interiormente para enfrentar la tremenda prueba que se desencadenará tarde o temprano sobre toda la humanidad. Prueba que, en cierto sentido, ya ha comenzado con esta mega crisis artificial provocada por los organismos mundialistas, pero solo de manera incipiente: todavía no se ha visto casi nada de lo que es específico a ese período, que está en ciernes, digamos, en gestación avanzada. Quienes no sean conscientes de lo que está ocurriendo, del alcance que tienen los eventos actuales, de lo que preludian, de lo que está realmente en juego en esta auténtica batalla espiritual que tiene lugar ante nuestros ojos, lamentablemente, no estarán en condiciones de poder soportarlo. O bien, y esto es aun peor, para poder soportarlo, “bajarán la guardia”, abandonarán la lucha por la verdad y por conservar la libertad interior, y se dejarán convencer por el relato oficial del sistema, el cual, naturalmente, para seducir mejor a las masas, se presenta siempre bajo las apariencias de bien: “el gobierno te cuida”, “quédate en tu casa”, “pronto te daremos la vacuna”, el confinamiento es por el “bien común”, el peligro reside en las fake news y en los relatos “conspiracionistas”, etc.

Debemos comprender que estamos asistiendo a lo que nos fuera anunciado por San Pablo, cuando, al hablar de los últimos tiempos, dijo que los hombres “apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas” (2 Tim. 4, 4). También me vienen a la mente las palabras finales del libro de Daniel, referidas a los tiempos escatológicos: “Muchos serán purificados y acrisolados, y quedarán limpios, pero los malvados perseverarán en su maldad. Ninguno de ellos comprenderá nada, pero los sabios comprenderán todo.” (Dn. 12, 10). La dimensión del mal presente, en su triple faceta espiritual, intelectual y moral, es universal, y anuncia indudablemente el advenimiento próximo del Hombre de Pecado, de cuya ominosa opresión seremos finalmente liberados por Nuestro Señor Jesucristo en persona, con motivo de su gloriosa Parusía. Mientras tanto, velemos y oremos, para que, en estos tiempos aciagos, podamos perseverar en la fe, en la esperanza y en la caridad, a la espera de que se cumpla la promesa divina: “Los hombres prudentes resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que hayan enseñado a muchos la justicia, brillarán como las estrellas, por los siglos de los siglos.” (Dn. 12, 3).

Para mayor información:

https://gloria.tv/user/PsqnxVeozUAb11SRjPVhdKjWu

https://gloria.tv/user/3KNiWtn1fcY227s7wiwpSBVAk


7 comentarios:

  1. Evidentemente todo lo dicho, y quizás más, es verdad.
    El Tiempo escatologico ya está con nosotros. Y probablemente la Semana 70 profetizada por San Daniel haya o sea inminente...
    Lo que no es congruente en este comentario es la alusión a la bendita Parusía, su antesala y su inmediato acontecer. Esto porque, si vamos al Santo Apocalipsis, este Kairós tiempo oportuno, es preámbulo de toda la Venida del Señor en Gloria y Majestad, hecho que ES CORONADO CON LA INSTAURACION DEL REINO DE MIL AÑOS, y que finaliza con la segunda resurrección de muertos para condenación (dada como hecho la evidente y lógica resurrección primera de vivos y los arrebatados, todos los que suben al encuentro de nuestro Señor en los aires)... Todo esto como comienzo glorioso de la entrega del Reino por parte del Hijo al Padre.

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    1. Esjatológico: ¿por qué "esjatológico" con jota? Porque así debe ser. Hay dos palabras morfológicamente parecidas en español: “escatológico”, que significa pornográfico —de skatós, término griego que significa ‘excremento’— y “esjatológico”, que significa ‘noticia de lo último’ —de éskhaton, 'lo último'— las cuales son confundidas hoy día, por error o por descuido o ignorancia o periodismo, incluso en los diccionarios (Espasa, Julio Casares); de modo que, risueñamente, el apóstol San Juan resulta un escritor ¡pornográfico o excremental! Yo hago buen uso; si el buen uso se restaura, mejor, si no, paciencia. Poco cuidado con nuestra lengua se tiene hoy día.
      Leonardo Castellani, El Apokalypsis de san Juan (pág. 313). Buenos Aires: Dictio, 1977.

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    2. Para eso era la consagración de Rusia para que el ICdeM trajera el reinado Social de NSJC.
      Que malos hijos son que no luchan para que triunfe el corazón de su Madre, parecen protestontos.

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  2. https://www.youtube.com/watch?v=bQrBr9zgNPY
    Mascarillas made in India.

    jajajajaja

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  3. https://www.youtube.com/watch?v=8MK7qNjEGvc
    ROXANA BRUNO - BUIOQUÍMICA EN CONTRA DE LA CUARENTENA POR COVID-19

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  4. http://www.quenotelacuenten.org/2020/08/15/leido-para-usted-el-pacto-kirchner-verbitsky/
    Hace años que la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia viene trabajando contra viento y marea para desenmascarar a este gobierno hipócrita que hoy intenta reinar en el suelo argentino.

    La justicia que, como todo habitante de mi país lo sabe, no existe más que para algunos, parcializada, ideologizada y tergiversada (basta hablar, nomás, con cualquier abogado para que nos lo confirme).

    Pero como es importante ser testigos de la verdad conculcada, una vez más, esta Asociación nos ha dado ejemplo publicando un pequeño libro que se lee de una sentada y que, encima, ha sido puesto a disposición de todo el mundo, gratuitamente, aquí: https://elpacto.com.ar/

    Lo hemos leído de una sentada.

    ¿De qué trata? De la historia del pacto Kirchner-Verbitsky, dos pillos de manual que, con diversos fines políticos más que ideológicos, han perpetrado la colonización de la justicia argentina a través del ariete de los juicios de «lesa humanidad»: la excusa para quebrar el régimen de legalidad de la Argentina y, por ende, hacer, como en la Revolución Francesa, que los jueces dependieran de los politiqueros de turno.

    Recomendamos vivamente el texto, sencillo, ameno y breve, a todas las personas de buena voluntad y, especialmente, a los más jóvenes que desean saber qué es lo que va a suceder en los próximos años en la Argentina para,

    Que no te la cuenten…

    P. Javier Olivera Ravasi, SE

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