Francisco
promueve la agenda LGBT
Miles Christi- 28/08/2020
El primer complejo de viviendas
para mujeres trans a nivel mundial fue inaugurado esta semana en la ciudad de
Neuquén por iniciativa de una monja en un terreno cedido a su monasterio por el
municipio y con fondos aportados por el Gobierno provincial, una experiencia
que mereció palabras de felicitación hasta del papa Francisco. Este “Condominio
Social Tutelado para mujeres trans” cuenta con 12 monoambientes que representan
una solución habitacional permanente para una docena de personas trans de entre
40 y 70 años en situación de vulnerabilidad, que las recibieron en formato de
comodato y serán transferidas a otras compañeras en caso de fallecimiento.[1]
La Hermana Mónica lucha por los “derechos transexuales” desde
la infancia
Francisco
escribió un mail a la religiosa carmelita para felicitarla: “Querida Mónica, Dios, que no fue al
seminario ni estudió teología, te pagará abundantemente. Rezo por vos y por tus
chicas.” [2] Antes de instalarse
en Roma, Bergoglio ya había alentado a la Hermana en su “apostolado” con los
travestis de Neuquén: “Te pido que las
acompañes, que no las dejes. Este es un trabajo de frontera que te puso el Señor
y para lo que necesites, contá conmigo”.[3]
Que Bergoglio se refiera a estos
hombres disfrazados de mujeres como a “chicas”, es algo que deja boquiabierto,
por emplear un eufemismo. Con respecto a la obra desarrollada por la Hermana
Mónica, digamos simplemente que está muy bien ayudar a la gente que padece
necesidades sociales y materiales, la Iglesia siempre a alentado la práctica de
las obras de misericordia corporal. Pero no se puede olvidar que las obras de
misericordia espiritual son más importantes, pues se refieren a la salvación
eterna, mientras que aquellas, por necesarias y meritorias que sean, persiguen
bienes temporales y transitorios. Y el problema con esta religiosa es que ella
no cuestiona la transexualidad de “sus chicas”[4].
En vez de invitar a esos pobres hombres a respetar los mandamientos y a vivir
en conformidad con la identidadsexual que Dios les dio, ella los mantiene
prisioneros de su perversión. Y Bergoglio, nada menos que el supuesto “Vicario
de Cristo” en la tierra, alienta a esta “carmelita” extraviada a perseverar en su
mal camino…
La religiosa carmelita abraza la
causa feminista y homosexualista
El carácter aberrante de esto es
algo que incluso el clero conciliar “conservador” lo tiene muy en claro. Cito a
este respecto un de sus últimos documentos, a través de los cuales pretenden, muy
ilusamente, “corregir” los extravíos del “Santo Padre”:
Eso fue lo que dijo
Francisco a Juan Carlos Cruz, un laico chileno que fue objeto de abusos por
parte de un sacerdote. Lo dicho por Bergoglio no sólo es algo totalmente falso,
sino blasfematorio, pues constituye a Dios como causa del pecado contra natura,
claramente condenado en la Sagrada Escritura. Para convencerse del carácter
falazque revisten las palabras de Francisco basta con leer a San Pablo:
“Por
lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus
corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que
cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las
criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Por esto
Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso
natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres,
dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con
otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí
mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en
cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no
convienen.” (Rm. 1, 24-28)
A continuación traigo a
colación dos pasajes extraídos de viejos artículos en los que podrá comprobarse
que este nuevo despropósito bergogliano no es sino una enésima muestra de la abyecta
y vergonzosa actitud pro-homosexualista asumida por Francisco desde que resultara
electo hace ya más de siete años.
Según
Francisco, el homosexualismo no es condenado sino « integrado »[7]
En una época en la que
la tiranía del lobby homosexual se
ejerce casi sin restricción en todo el planeta, Francisco ha hecho
declaraciones y ha realizado gestos que refuerzan claramente la ideología
homosexualista. Veamos algunos ejemplos. Todo el mundo recuerda la explosiva
frase que pronunció en su conferencia en pleno vuelo al volver de las JMJ de
Río de Janeiro en julio de 2013: « ¿Quién
soy yo para juzgar? », en alusión a los homosexuales. Esta breve frase dio
inmediatamente la vuelta al mundo y le valió a Francisco ser elegido Hombre del Año 2013 por la revista
americana LGTB TheAdvocate.
Francisco recibió en audiencia
« privada » a un dúo lésbico español, invitado telefónicamente por él mismo, a expensas del Vaticano…
Poco después sobrevino
la llamada telefónica a un transexual español, una mujer devenida en « hombre
», Diego Neria, a quien invitó a Roma para recibirlo en audiencia privada junto
a su « novia », a expensas del Vaticano, encuentro que tuvo lugar el 24 de enero
de 2014. Francisco se hizo fotografiar en el Vaticano con la dupla lésbica y la
foto dio la vuelta al mundo. Según « Diego », Francisco le habría dicho, al
momento de llamarlo, que:
« Dios quiere a todos sus hijos, estén como estén, y tú eres hijo de Dios y por eso la Iglesia te quiere y te acepta como eres[8]. »
El 21 de marzo de 2014
Francisco se paseaba de la mano con el sacerdote homosexualista italiano Luigi
Ciotti, hecho oportunamente efectuado bajo las cámaras de la televisión
italiana[9]. El 6
de mayo de 2014 concelebró en el Vaticano con otro sacerdote homosexualista,
Michele de Paolis, a quien besó las manos después de la Misa delante de los
periodistas encargados de inmortalizar la escena[10]. El
Jueves Santo de 2015 lavó los pies de un transexual en una prisión, el cual, a
continuación, recibió la comunión[11].
Todas estas imágenes conocieron una difusión planetaria inmediata.
En el curso de una entrevista
con el padre Antonio Spadaro, director de la revista jesuita LaCiviltàCattolica,
en agosto de 2013, declaró:
« Una vez una persona, para provocarme, me preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra pregunta: “Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza y la condena’’?[12] »
Francisco, entonces, se rehúsa a afirmar que él
condena la homosexualidad y, en el colmo de la mala fe, pretende hacer creer
que el amor que Dios tiene a los homosexuales comportaría la aprobación de su
pecado.
Durante su viaje a Estados Unidos,
en setiembre de 2015, acordó una única audiencia, de carácter privado[13], y
fue a una pareja de homosexuales, uno de los cuales era un viejo conocido de
Francisco en la Argentina. La escena -e insisto en que se trataba de una audiencia
« privada »- fue filmada y difundida inmediatamente por la prensa, mostrando a
Francisco a los besos y a los abrazos con el dúo sodomita[14].
Luego, cuando Francisco se
dirigió al Congreso de Estados Unidos, no dijo ni una palabra a propósito del «
matrimonio » gay, que acababa de ser impuesto por vía judicial en todo el país.
Ni tampoco lo hizo a propósito del crimen del aborto, que cada año se cobra
innumerables víctimas en aquel país; y esto cuando, poco tiempo antes, había
estallado el escándalo del tráfico de órganos de bebés abortados, a instancias
del PlannedParenthood[15],
en aras de la « investigación médica ».
Empero, en el mismo recinto,
Francisco encontró oportuno abogar en favor de la abolición de la pena de
muerte, condenándola como intrínsecamente injusta y atentatoria contra la « dignidad inalienable
de la persona humana », lo que resulta falso, pues tal aseveración contradice
la revelación divina y el magisterio de la Iglesia. De este modo, durante su
resonante alocución ante la principal asamblea « democrática » del
orbe, Francisco se declaró en favor de la preservación de la vida de los
asesinos, pero no de dignó a decir ni tan siquiera una palabra sobre la de los
inocentes masacrados en el vientre materno.
Francisco recibió a un dúo sodomita
en la única audiencia « privada » que concedió durante su visita a
los USA
He aquí una cifra que
ilustra perfectamente la mala fe de Francisco: el año pasado hubo 1.200.000
abortos
en los Estados Unidos por sólo 28 penas capitales. Pero es contra la pena de
muerte que él se pronuncia ante el Congreso, y no acerca del genocidio de los
niños por nacer ni sobre los crímenes abominables perpetrados por el PlannedParenthood. Otro dato muy
significativo: en su discurso al Congreso estadounidense, sobre 3500 palabras
empleadas, ni una sola estuvo reservada a Nuestro Señor Jesucristo. Por el
contrario, nombres de subversivos notorios, como los de Martin Luther King o
Dorothy Day, ocuparon un sitial de honor.
Para concluir este
apartado, he aquí lo que dijo Francisco el 16 de junio pasado durante su
conferencia de prensa en el vuelo de regreso de Armenia. Un periodista le había
preguntado lo que pensaba de la declaración del cardenal Marx, según el cual la
Iglesia católica debería pedir perdón a los « gays » por haberlos «
discriminado ». Ésta fue su respuesta:
« Creo que la Iglesia no sólo tiene que pedir
disculpas[16]
-como dijo el cardenal «marxista» [cardenal Marx]- a esta persona gay, a la que
ha ofendido, sino también a los pobres, a las mujeres y a los niños explotados
en el trabajo. Tiene que pedir disculpas por haber bendecido muchas armas. […]
Los cristianos deben pedir disculpas por no haber apoyado muchas opciones, a
muchas familias: por ejemplo, recuerdo que de niño, según la cultura de Buenos
Aires, una cultura católica cerrada -yo vengo de allí-, no se podía entrar en
casa de una familia divorciada. Estoy hablando de hace ochenta años. Gracias a
Dios, la cultura ha cambiado[17]. »
Francisco se convierte así,
abiertamente, en el portavoz de los enemigos de la Iglesia, de los
homosexualistas y feministas que se dedican a atacarla y a difamarla sin cesar,
exponiendo su complicidad con ellos a plena luz del día y sin ningún embozo.
Francisco y la ideología homosexualista[18]
Con motivo
de una conferencia de prensa dada el 29 de julio de 2013 en el vuelo entre Río
de Janeiro y Roma, de regreso de las JMJ,
Francisco pronunció la frase siguiente: « Si una persona es gay y busca al Señor con buena voluntad, ¿quién soy
yo para juzgar? » Frase extremadamente ambigüa y perturbadora, ya que
el término gay no designa genéricamente a los homosexuales, sino especialmente
a aquellos que reivindican públicamente la « cultura » y el estilo de
vida de la impureza contra-natura. ¿Porqué haber utilizado una palabra
generadora de confusión, totalmente extranjera al vocabulario católico y tomada
justamente de la jerga del lobby « gay », avalando de este modo
indirectamente su lenguaje subversivo y manipulador? ¿Porqué no haberse
apresurado a añadir, para evitar malentendidos, que si bien no se juzga
moralmente a la persona que padece esta tendencia, el pasaje al acto, en
cambio, constituye un comportamiento gravemente desordenado en el plano moral?
Sorprendentemente,
no lo hizo, y naturalmente, al día siguiente, la abrumadora mayoría de la
prensa mundial intituló el artículo dedicado a la atípica conferencia de prensa
pontifical retomando textualmente la pregunta formulada por Francisco. ¿Podrá
hablarse de impericia de parte de alguien que domina a la perfección el arte de
la comunicación mediática? Resultadifícilcreerlo…Y
auncuandoasífuera, el contextoexigíaeliminartodoriesgo de ambigüedadefectuandoinmediatamente
las precisionesdelcaso. Mas las precisiones jamás llegaron. Ni durante la
conferencia de prensa ni después. Ni de su boca, ni de la del servicio de
prensa del Vaticano. Mientras tanto, la prensa mundial se regodeaba
impúdicamente con la consternante salida bergogliana…
En la
extensa entrevista concedida por Francisco a las revistas culturales jesuitas
los días 19, 23 y 29 de agosto y publicada en l’Osservatore Romano del 21 de septiembre, habría podido suponerse
que Francisco no dejaría pasar la oportunidad para dar muestras de claridad
acerca de esta espinosa cuestión, cortando por lo sano las polémicas que sus
desafortunadas declaraciones habían suscitado y disipando drásticamente la
confusión y la inquietud generalizada que habían provocado.
Veamos si aprovechó
la ocasión para hacerlo: « En Buenos
Aires recibí cartas de personas homosexuales heridas socialmente porque se
sienten desde siempre condenados por la Iglesia. Pero eso no es lo que la
Iglesia quiere. Durante el vuelo de regreso desde Río de Janeiro dije que si
una persona homosexual tiene buena voluntad y está buscando a Dios, yo no soy
quien para juzgar. Al decir eso, dije lo que indica el Catecismo [de la
Iglesia Católica]. La
religión tiene derecho a expresar su opinión al servicio de las personas, pero
Dios nos ha creado libres: la injerencia espiritual en la vida de la gente no
es posible. Un día alguien me preguntó de manera provocante si yo aprobaba la
homosexualidad. Yo le respondí con otra pregunta: ‘‘Dime: Dios, cuando mira a
una persona homosexual, ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza
condenándola ?’’ Siempre hay que considerar a la persona. Entramos aquí en
el misterio del hombre. En la vida cotidiana, Dios acompaña a la gente y
nosotros debemos acompañarla tomando en cuenta su condición. Hay que acompañar
con misericordia. Cuando esto sucede, el Espíritu Santo inspira al sacerdote
para que diga la palabra más adecuada. »
Habría mucho para decir respecto a estas declaraciones. Mucho, para
utilizar un eufemismo, excepto que destaquen por su claridad… En aras de la
concisión, sólo haré algunas observaciones someras:
1. Contrariamente a lo que afirma, sus dichos brillan
por su ausencia en el Catecismo. En
éste se encuentra claramente expuesta la doctrina de la Iglesia (§ 2357 a
2359), precisamente la que Francisco no expresó en la entrevista, durante la
cual cultivó la ambigüedad, usó un lenguaje demagógico y añadió aun más
confusión.
2. Resulta inconcebible escucharlo decir que « la religión tiene derecho a expresar su
opinión al servicio de las personas. » Perdón: ¿La religión? ¿Cuál? ¿O acaso
se tratará de las religiones en general, es decir, de « las grandes tradiciones religiosas que
ejercen un papel fecundo de levadura en la vida social y de animación de la
democracia. » (cf. III)?
Lenguaje sorprendente en la boca de quien se encuentra sentado en el
trono de San Pedro…¿Porqué no decir simplemente « la Iglesia »? Y
sobretodo, corresponde proclamar sin ambages que la Iglesia no expresa de
ninguna manera « su opinión », Ella instruye a las naciones,
en conformidad con el mandato que recibiera de su Divino Maestro: « Id y enseñad a todas las naciones,
bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo,
enseñandoles a observar todo cuanto os he mandado. » (Mt. 28,
19-20)
3. Y a renglón seguido añadió: « pero Dios nos ha creado libres: la injerencia
espiritual en la vida de la gente no es posible. » Ambigüedad
sibilina, característica detestable de parte de quien ha recibido la misión de
« enseñar a las naciones »,
pero rasgo clásico ya en labios de Francisco…Porque si el hombre puede, en
virtud de su libre arbitrio, negarse a obedecer a la Iglesia, no es en cambio moralmente
libre de hacerlo: la Iglesia ha recibido de Jesucristo el poder de obligar las
conciencias de sus fieles (Mt. 18, 15-18).
Pretender
que « la injerencia espiritual en la
vida de la gente no es posible » equivale a divinizar la conciencia
individual y a hacer de ella un absoluto: estamos ante el principio fundamental
de la religión humanista y masónica de 1789: « Nadie debe ser inquietado por sus opiniones, incluso religiosas. »
(Declaración de los derechos del hombre y
del ciudadano, artículo X) Esta libertad de conciencia falaz y
revolucionaria fue condenada por el magisterio de la Iglesia: Gregorio XVI afirmó que
pretender « garantizar a cada uno la
libertad de conciencia » no solo es absurdo sino además « un delirio. » (Mirari Vos, 1832)
4. Finalmente, el hecho de
responder a una pregunta -¿aprueba la
homosexualidad?- con otra pregunta, que es, para colmo, de un hermetismo
poco común, es indigno de aquel a quien fue confiada la tarea de enseñar a la
universalidad de los fieles. Respuesta en la que se halla nuevamente esta
ambigüedad exasperante que lo caracteriza, aquí al no distinguir entre la
condenación del pecado y la del pecador, y dando a entender que el hecho de
« aprobar la existencia »
(¡sic!) del pecador volvería inútil la reprobación que su acto pecaminoso
exige. Sin embargo NuestroSeñornosenseñó a hablar de otromodo: « Quevuestrolenguaje sea sí, sí; no, no; todo
el restoprovienedelMaligno. » (Mt. 5, 37)
Pero
retornemos a nuestra conferencia de prensa aérea, tras la celebración de las JMJ de Río de Janeiro. Francisco agregó que esas personas « no deben ser discriminadas, sino integradas
en la sociedad. » Perdón, pero ¿a qué personas hace alusión? ¿A
aquellas que sin pudor alguno se proclaman « gay » o a las que,
padeciendo sin culpa de su parte la mortificante inclinación contra-natura se
esfuerzan meritoriamente por vivir decentemente? Una ambigüedad suplementaria
que naturalmente permanecerá sin aclaración vaticana, pero cuya interpretación
« progresista » abandonada a los « medios de información
masiva » será la que se impondrá masivamente en el imaginario colectivo.
Pero a
decir verdad, hay algo peor que la recurrente ambigüedad bergogliana presente
en esta afirmación y que se manifiesta en esa disyuntiva irresuelta que he
señalado. Me refiero a que sus palabras no sólo cultivan la ambigüedad,
elemento suficiente para cuestionarlas, sino que son pura y simplemente falsas.
Ellas se inscriben en el marco de la ideología igualitarista de la lucha
« contra las discriminaciones » que promueven los partidarios del
feminismo y del homosexualismo, genuina maquinaria de combate al servicio de la
legitimación de cuanta aberración el partido del « progreso » se
esmera en pergeñar, principalmente el infame « matrimonio »
homosexual.
¿En dónde
reside la falsedad? En el hecho de que, inclusive en el segundo caso de la
disyuntiva, es perfectamente legítimo y razonable efectuar ciertas discriminaciones
que, atendiendo al bien común social, marginalizan a esas personas en
determinados contextos. Y eso es, por ejemplo, lo que la Iglesia siempre ha
hecho en lo tocante al sacerdocio, a la vida religiosa y a la educación de los
niños. Ni que decir tiene que dichas discriminaciones son más legítimas aun
cuando se trata de gente que, además de padecer esa tendencia desordenada,
lleva una vida homosexual activa, aunque fuese de manera discreta, y, a fortiori, si hay que vérselas con
quienes exhiben pública y desvergonzadamente sus malas costumbres,
reivindicando orgullosamente sus fantásticos derechos : me refiero a los
« gay », para emplear el atípico vocabulario bergogliano, ciertamente
inusitado en el lenguaje de un sucesor de San Pedro.
Retomando
el hilo de la conferencia pontifical en pleno vuelo, asistimos pasmados a la
prosecución del extraño discurso de Francisco ante un auditorio cautivado por
su desarmanteespontaneidad y por el tenor altamente mediático de sus palabras:
« El problema no es el de tener esta
tendencia, sino de hacer lobbying, eso es lo grave, porque todos los lobbies
son malos. » Desafortunadamente, esta aseveración es perfectamente
gratuita y no resiste el menor análisis : que el hecho de poseer esa
tendencia constituya un grave problema de orden psicológico y moral para la
persona afectada, así como también un serio motivo de inquietud para su
entorno, es algo indiscutible. Y pretender que la homosexualidad no sea algo
problemático, sino solamente el hacer « lobbying », es una falacia
notoria que contribuye a trivializar la homosexualidad y a volverla aceptable.
Por
último, es menester afirmar que, contrariamente a lo que sostiene Francisco,
ningún lobby es intrínsecamente perverso. Efectivamente, dado que un lobby es
« un colectivo que realiza acciones
dirigidas a influir ante la administración pública para promover decisiones
favorables a los intereses de ese sector concreto de la sociedad » (Wikipedia), un lobby será bueno en la
medida en que combata por causas justas y será malo cuando lo haga por causas
inicuas. Para dar un ejemplo, las acciones conducidas por los grupos feministas
en favor del aborto son reprobables, mientras que las realizadas por los grupos
pro-vida en su lucha contra la legalización de dicho crimen son encomiables.
Todas
estas declaraciones de Francisco se ven particularmente agravadas por el
contexto internacional en el que se producen, a saber, en medio de una violenta
batalla cultural entre partidarios y opositores del « matrimonio »
homosexual, el cual se extiende como reguero de pólvora a escala planetaria.
Resulta difícil atribuirlas solamente a eventuales imprecisiones de lenguaje,
así como tampoco parece posible negar la complicidad objetiva de sus palabras
con los propósitos manifiestos del lobby « gay »: la normalización de
la homosexualidad y la legitimación de sus insostenibles reivindicaciones
sociales.
Esas
declaraciones han sembrado confusión entre los católicos y han favorecido
objetivamente a los enemigos de Dios, quienes combaten encarnizadamente para
que se acepten los supuestos « derechos » de los homosexuales en el
interior de la Iglesia y en la sociedad civil. Prueba irrefutable de ello es
que la más influyente publicación de la comunidad LGBT de los Estados Unidos, TheAdvocate,
eligió a Francisco como la « Persona
del año 2013 », deshaciéndose en alabanzas hacia él por su actitud de
apertura y de tolerancia hacia los homosexuales.
He aquí,
a modo de ilustración, tres casos que permiten tomar conciencia de la gravedad
del contexto en el cual se sitúan esas desafortunadas declaraciones. Ellas se
produjeron apenas dos meses después de que el cardenal AngeloBagnasco,
presidente de la Conferencia Episcopal
Italiana, celebrara en Génova las exequias de Don Gallo, famoso sacerdote
comunista y anarquista, adepto al aborto e incondicional de la causa
homosexual, durante las cuales hizo un panegírico suyo y autorizó que dos
transexuales hicieran la apología de la ideología LGBT en la lectura de la « plegaria universal », durante
la cual agradecieron al clérigo apóstata por haberlos ayudado a « sentirse creaturas trans-gender (sic) deseadas y amadas por Dios », y a
los que distribuyó luego la comunión, profanando así las santas especies
eucarísticas, escandalizando gravemente a los fieles y sembrando la confusión
en las almas.
El cardenal Bagnasco, presidente de la Conferencia
Episcopal Italiana, dando la comunión al activista transexual LGBTVladimir
Luxuria, durante el funeral del « sacerdote » homosexualista
Don Gallo
Más inquietante todavía:
no hubo ninguna reacción oficial del Vaticano reprobando los hechos. Corresponde
destacar que Don Gallo ejercía su « ministerio pastoral » con total
impunidad, sin jamás haber sido importunado ni sancionado por la jerarquía
eclesiástica. Y cabe añadir que los funerales fueron oficiales, celebrados con
gran pompa, nada menos que por la figura más destacada del episcopado italiano,
con homilía ditirámbica incluida.
Otro
hecho sintomático, seleccionado entre muchos otros: la Universidad Pontifical San Francisco Javier de Bogotá, en Colombia,
fundada y dirigida por jesuitas, desde hace doce años organiza anualmente un
« Ciclo Académico Rosa »,
que fomenta desembozadamente el estilo de vida « gay ». En 2013, por
primera vez, iba a tener lugar en los locales de la universidad, del 28 al 30
de agosto. Eso provocó una importante reacción de laicos escandalizados
quienes, gracias a un accionar digno de un auténtico « lobby »
católico, forzaron la universidad a buscar otro sitio para organizar su inmundo
coloquio de degenerados. Huelga decir que no se registró sanción alguna hacia
los organizadores del infame evento de parte de las autoridades universitarias.
Algo que va de suyo, en la era del culto al « diálogo » con el error
y en tiempos de exaltación del « pluralismo » ideológico…Y esta
impunidad dura desde hace ya doce largos años. Ninguna sanción tampoco por el
lado de la Conferencia Episcopal
Colombiana. Ni falta hace precisar el silencio absoluto del Vaticano.
Cabe
destacar la reacción del director de la universidad, el Padre Joaquín Emilio
Sánchez: ella fue inmediata y sumamente edificante. En efecto, en un áspero
comunicado de prensa dirigido a la « comunidad educativa », hizo
constar su indignación ante la « violación
de la legítima autonomía universitaria », declaró que « ninguna discriminación sería tolerada »
y advirtió amenazante a sus adversarios: « Actualmente efectuamos las gestiones necesarias ante las instancias
competentes para que una situación tan irregular y dolorosa como la que vivimos
con motivo del ‘‘Ciclo Rosa’’ no se repita nunca más. »
Francisco caminando de la mano con el sacerdote anarquista y
homosexualista Luigi Ciotti
Por su lado,
el Padre Carlos Novoa, antiguo rector de la universidad, profesor titular de
teología moral y titular de un doctorado en « ética sexual »,
promotor desvergonzado del aborto, sostuvo que la medida « testimonia de un retorno de la Inquisición
en un sector de la Iglesia católica y es la resultante de grupos obscurantistas
y fanáticos. » Su pública posición contraria a la enseñanza del
magisterio eclesial no le ha acarreado ninguna sanción de parte de la jerarquía
de su país y menos aun de las autoridades de la citada universidad
« pontificia ». Este edificante sacerdote continúa ejerciendo
afanosamente su « ministerio pastoral » y dispensando con ahínco su
« enseñanza universitaria » a estudiantes que, imaginando recibir una
instrucción católica, son objeto de una perversión sistemática de sus
inteligencias.
Tercer y
último ejemplo: el de la Universidad
Católica de Córdoba, en Argentina, que también está dirigida por jesuitas.
En una entrevista publicada el 12 de agosto de 2013 a quien es su rector desde
2005, el Padre Rafael Velasco, gran especialista en « Derechos Humanos », en medio de una letanía de sentencias
heterodoxas, nos hizo el honor de participarnos su profunda visión teológica:
« Si la Iglesia quiere ser un signo del hecho
que Dios está cerca de todos, lo que debe hacer, antes que nada, es no excluir
a nadie. Debe encarar reformas muy importantes: los divorciados tienen que ser
admitidos a la comunión, los homosexuales, cuando viven de manera estable con
sus compañeros, también deberían poder comulgar. Decimos que la mujer es
importante, pero la excluimos del ministerio sacerdotal. Esos son signos que
serían más comprensibles. »
Estos
tres casos que he citado, tomados de un interminable listado de situaciones
similares, ilustran acabadamente el progreso continuo, consentido y alentado,
de la ideología homosexualista y de la « teoría de género » en el
interior de la Iglesia. Y es justamente en ese contexto alarmante de avance
permanente e incontenible de las ideas LGBT,
tanto en la sociedad civil como en el seno del clero,
que se inscriben esas palabras inauditas de Francisco en una conferencia de
prensa internacional en pleno vuelo, a modo de broche de oro de las
archimediáticasJMJ de Río de Janeiro: « ¿Quién soy yo para juzgar a una persona
‘‘gay’’ ? » Francamente, debo admitir que esto se asemeja a un
mal sueño, a una pesadilla indescriptible de la cual desearía despertarme
cuanto antes…
Para mayor información:
[4] “Me siento mujer, ¿Dios me
va a castigar?”, le preguntó un docente de 23 años a la hermana. Mónica
respondió: “Dios no te va a castigar. Dios busca nuestra felicidad, Dios no nos
creó infelices y si vos no sos feliz así, sé lo que quieras ser”. - https://www.buzzfeed.com/lucasfauno/la-hermana-monica
[5]Declaración del 31 de mayo de
2019: https://adelantelafe.com/declaracion-de-las-verdades-relacionadas-con-algunos-de-los-errores-mas-comunes-en-la-vida-de-la-iglesia-de-nuestro-tiempo/
[7] Tomado de un artículo publicado
el 15/08/2016.
« The Vatican has confirmedthat the only “real audience” Pope Francis
hadwhilehewas in Washington last monthwaswith a gay former student and
hislongtimepartner -a daybefore the pontiff met Kim Davis, the Kentucky
clerkwhowasjailed for refusing to grantsamesex couples marriagelicenses for
religiousreasons. On Friday, the Vatican sought to distance itselffrom Davis,
saying in a statementthatherencounterwith the pope did not represent an
endorsement of her opinions or actions. »
[15] La mundialmente famosa
organización criminal que promueve la fornicación, la contracepción y el aborto
como estilo de vida: « El aborto es
seguro y legal. Conocer más acerca de las opciones y métodos existentes para
realizarte un aborto probablemente te ayude a decidir si ésta es la opción
adecuada para ti. […] PlannedParenthood trabaja con organizaciones asociadas en
todo el mundo para mejorar la salud y el bienestar sexual de personas y familias
de todo el planeta. » https://www.plannedparenthood.org/esp
[16] La pregunta que me viene a la
mente es la de saber si algún día Francisco se atreverá a exigir a Dios mismo
que pida disculpas por haber destruido Sodoma y Gomorra… « En cuanto a los ángeles que no supieron conservar su
preeminencia y abandonaron su propia morada, el Señor los tiene encadenados
eternamente en las tinieblas para el Juicio del gran Día. También Sodoma y
Gomorra y las ciudades vecinas, que se prostituyeron de un modo semejante a
ellos, dejándose arrastrar por relaciones contrarias a la naturaleza, han
quedado como ejemplo, sometidas a la pena de un fuego eterno. » (Judas
6-7)
[18] Tomado de un artículo publicado
el 15/09/2013.
Que lindo sería que pongan sus fotos y den la cara, juzgando a los demás hablan más mal de ustedes que la hermana Mónica o del papa, atrás de un militancia que hasta parece política, porque son tan poques valientes que no ponen la cara quien o quienes escriben detrás de una pantalla. Si le molesta es como los judíos, que le molestaba que Jesús esté con prostitutas, leprosos y enfermos.
ResponderEliminarQue peculiar, viendo lo que dice, que deba llamarla como Anónima de las 12:42, porque no ha dejado ni un seudónimo en el comentario.
EliminarEn cuanto a por qué el blog escribe con seudónimos, son varias las razones, algunas personales. Pero es sobre todo porque créame que es más fácil hacer una publicación a favor de la corriente y del Nuevo orden mundial, que hacerlo en contra. No vamos buscando el martirio, si se da lo aceptaremos. Pero somos sólo una humilde y sencilla bitácora que trata de siempre decir la verdad, sobre el Concilio, el lobby gay, la judeomasonería, el llamado holocausto, etc. Hay mucha gente presa en el mundo hoy sólo por eso.
Somos católicos apostólicos romanos y respetamos el papado, del cual Bergoglio no es digno, y tiene abundante material para leer por qué lo consideramos así. Y no es que nos moleste "que ande con prostitutas", sería muy loable si lo hiciera con fines apostólicos, sino porque las confirma en el pecado (si lee las notas se dará cuenta por qué). Por eso no somos, como dice, "como los judíos", que el mayor amigo -sin fines apostólicos- de los mismos ya sabemos quién es.
Espero que le sirva. Saludo cordial.
Espero que la hermana Mónica inicie acciones legales y civiles. Ojala le apliquen eso que critican que es la violencia de genero y se traduzca en conocer sus nombres, apellidos y que paguen el ílicito que estan haciendo exponiendo a una mujer de este modo.
ResponderEliminar¡Violencia de Género! Si existiese tal, ¡¿dónde habría en este post "violencia de género"?! Y sin embargo, muchos tienen tan deformados los pensamientos que seguramente piensan que la hay. Y lamentablemente ellos tienen el poder de policía. ¡Y después preguntan por qué firmamos con seudónimo!
Eliminary el nik del muy caradura es unknown -desconocido- jajajaja
Eliminarya crecen como hongos los censores campuristas soviets...
https://www.youtube.com/watch?v=5X7gQxgvXOE
ResponderEliminary prepárense para lo que se viene con el nuevo código civil... presten atención a los datos que da sobre cómo los dos fernandez hace años que estaban trabajando para lo que estamos presenciando.
Y también presten atención a lo que comenta sobre bergoglio y alborto fernandez... los dos anticristos esbirros del demonio.
Ja, ja, ja... Muy buena la de "Alborto"... Mejor aun que la de "Albertítere"...
EliminarSoy del parecer de que no hay que perder ni un solo segundo de nuestro valioso tiempo en responder a individuos intelectualmente deshonestos cuya única misión en la vida pareciera ser la de molestar al prójimo a través de la provocación gratuita y maliciosa. Creo saber que en el ámbito informático a tales alimañas se las conoce por el nombre barbárico de "trols"...
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